Gloria y José Fernando, hijos de Ortega Cano, juntos de nuevo
La muerte de uno de sus tíos ha propiciado el regreso a Madrid del joven, donde la familia espera que haga terapia para retomar así las riendas de su vida
José Ortega Cano ha tenido que afrontar desde el cárcel otro duro golpe para su familia: Pablo Mora, marido de su hermana Conchi, ha fallecido tras una larga enfermedad. La triste noticia ha propiciado, sin embargo, un hecho que todos deseaban, el regreso de José Fernando a Madrid. Esta mañana, las cámaras del Programa del Verano captaban las imágenes del joven saliendo de su casa junto a su hermana Gloria y sus tíos Mari Carmen Ortega y Aniceto. Los cuatro ponían rumbo al tanatorio de Tres Cantos para dar el pésame a la hermana mayor del torero.
José Fernando no se ha separado de su hermana en ningún momento. Con gesto serio y oculto tras unas gafas de sol, el joven ha evitado hablar con la prensa a su llegada al tanatorio. Tampoco ha hecho declaraciones Gloria, quien apoya incondicionalmente a su hermano en estos difíciles momentos. El deseo de la familia Ortega es que José Fernando se quedé en Madrid para retomar las riendas de su vida. Con esa intención ingresó el pasado mes de marzo en un centro de Barcelona. Sin embargo, el joven abandonó la terapia y desoyó los consejos de Pepe 'El Marismeño', quien le estuvo ayudando y visitando durante los cuatro meses que permaneció en prisión. Además, regresó a Castilblanco, donde volvió a frecuentar a sus amistades de siempre. "Hasta que no se dé cuenta de que hay otra manera de vivir no va a salir adelante", declaró recientemente 'El Marismeño' sobre José Fernando.
A pesar de estar en la cárcel, Ortega Cano está muy pendiente de su hijo, por el que siente una gran preocupación. Tampoco se separa de él su hermana Gloria, quien está demostrando ser una joven muy madura para su edad y saca fuerzas de flaqueza para seguir adelante. "Somos una familia normal y yo intento estar con mi padre y mi hermano en lo bueno y en lo mano. Nos apoyamos en todo", aseguró. Para el extorero, su hija “es una niña preciosa con la cabeza muy madura”. “Tiene las ideas muy claras de lo que quiere ser en el futuro y lo que va a hacer. Ha sufrido mucho”, reconoció Ortega.