María Teresa Campos ha regresado ya a su trabajo en el programa ¡Qué tiempo tan feliz!. Después de unas relajadas vacaciones en las que su relación con Bigote Arrocet ha centrado una gran expectación, la presentadora se ha sentado de nuevo frente a una cámara y ha hablado por primera vez de esta. Quiso puntualizar que “no son amigos desde hace tiempo” sino que se vieron por primera vez en su programa, en enero de 2012. Pusieron precisamente las imágenes de este programa y, tras verlas, María Teresa comentó que se “había emocionado mucho”.
“Le veo el día en que la dirección de este programa le llama. En unos momentos que no eran muy buenos, eran malos para él y malos para mí” explicó, sin querer entrar en detalles acerca de las circunstancias personales en las que se encontraban entonces. Continúo diciendo que no se volvieron a ver hasta después de “un año y pico” y que entonces ya las cosas estaban mejor, su hija Terelu se había recuperado y ella se encontraba más animada. Mirando estas imágenes, María Teresa, que no dejaba de sonreir, comentó con espontaneidad: “¡Qué guapo está ahí!”.
Prudente y sin querer extenderse con el tema, María Teresa aseguró que “hay que ser cautos”. “Las cosas se consolidan con el tiempo” dijo la presentadora y explicó que “él no va a decir nada sobre el tema por su manera de ser”. Reiteró que “estamos bien juntos” pero que no quería poner un calificativo a su relación, recalcando que “a las cosas hay que darles su tiempo”. No escatimó en halagos hacia Edmundo al que definió como "muy divertido, afable y cariñoso", motivos por los que "lo quiere mucha gente". Y es que principalmente su carácter y sentido del humor son dos de las cosas que le gustan de él. “Una imagen vale más que mil palabras” subrayó María Teresa. Y es que se le nota en la cara, no hace falta decir más.
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