Un año complicado para Concha Velasco. La actriz revelaba en primavera, en una emotiva entrevista con la revista ¡HOLA!, que padecía un linfoma al que pensaba plantar cara con todas sus fuerzas. Y así lo ha hecho. Tras someterse a varias intervenciones, Concha se ha ido recuperando, hasta reaparecer en público con una enorme sonrisa y muchas ganas de volver al trabajo. Pese a la alegría que supone para ella y su familia esta gran mejoría, la actriz se enfrenta ahora a otro triste acontecimiento: el fallecimiento de su tío.
Concha ha recibido la noticia coincidiendo con su reincorporación al trabajo con los ensayos de su próxima obra teatral, y no tardó en trasladarse al hospital madrileño para reunirse con su familia. De riguroso negro y con la tristeza reflejada en el rostro, pero manteniendo siempre la entereza, la actriz demostró una vez más la gran fortaleza que la caracteriza.
El gran apoyo para Concha, en lo bueno y en lo malo, está siendo su familia. Su hijo Manuel, que al igual que su madre ha optado por dedicarse al mundo del cine, ha estado junto a ella en todo momento, y apenas se separó de su madre durante el velatorio. Vestida con tonos oscuros, con gafas de sol y un pañuelo al cuello, Concha se despidió de su tío en una íntima ceremonia.
Sus otro hijo, Paco, y su nieto, Samuel, están siendo también un gran consuelo para la actriz, quien se rodeó de sus más allegados tras las operaciones. Apenas tres semanas después de la última intervención, Concha volvía a pisar un teatro, aunque esta vez como espectadora. A finales de julio, la actriz se mostró radiante y muy recuperada en varios eventos, asegurando ya no sigue "ningún tratamiento" y que está "estupendamente". Tanto es así que ya ha vuelto a los ensayos, y pronto podremos verla de nuevo sobre los escenarios.
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