Ha pasado poco más de un año, pero en este tiempo ¡cómo han cambiado las cosas! Raquel Sánchez Silva ha dejado atrás poco a poco, aunque no quiere olvidar lo vivido tal y como ella misma ha confesado, los duros momentos que atravesó tras la repentina muerte de su marido, el cámara italiano Mario Biondo. A pesar de que el pasado mes de junio tuvo que rememorar esos tristes recuerdos al tener que volver a declarar ante la Justicia italiana, que reabrió el caso a petición de la familia del cámara, la presentadora, con el apoyo de su familia y amigos, ha ido rehaciendo su sonrisa y recuperando la ilusión. "Tengo momentos de felicidad como la de antes y otros difíciles", confesó Raquel recientemente al publicar su primera novela.
Este verano es bien diferente al anterior. Ha puesto rumbo a la India con Matías Dumont, el empresario argentino que la ha ayudado a superar este trago amargo que le deparaba la vida, y se ha convertido en su mejor apoyo. La pareja ya no esconde sus sentimientos, así se vio durante un reciente paseo por las calles de Madrid, en el que no escatimaron en besos y gestos de complicidad. También se les ha visto practicando con el monopatín en el parque de El Retiro, compartiendo así su tiempo libre.
Si en lo personal atraviesa un momento dulce, en lo profesional no se puede quejar. Tras regresar de la grabación del programa Supervivientes en Honduras en primavera, publicó su libro Mañana a las seis, un volumen con el que ha debutado en el mercado editorial y que ha sido recibido con mucho cariño y éxito entre los lectores. Sin duda, este será un verano muy diferente para Raquel, pero lo importante es que ha conseguido encontrar la tranquilidad y serenidad que necesitaba para retomar su vida y continuar con su día a día.