La hermana de Sienna Miller, forzada a vender su casa: ‘Vivíamos por encima de nuestras posibilidades’
Savannah, de 35 años, revela que sufrió una depresión post-parto que la llevó a abandonar su firma de moda 'Twenty8Twelve' y emprender una aventura en familia en la selva de Panamá
Su hermana Sienna Miller es una estrella multimillonaria. Ella, Savannah Miller, es una diseñadora de moda que triunfó junto a la actriz con su firma Twenty8Twelve. Juntas saboreaban las mieles del éxito, recorriendo las pasarelas de moda de mayor prestigio internacional. Sin embargo, una depresión post-parto fue el comienzo del declive. Savannah revela que tras dar a luz a su hija Bali sufrió una depresión que la llevó a querer dejarlo todo y emprender una aventura en familia.
La hermana de Sienna se vio forzada a vender su casa de Gloucestershire y la vendió por 800.000 euros: “Estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades” y la “casa era demasiado cara para mantener”. “Mi negocio se metió en problemas la primavera de 2013 a raíz de sufrir una depresión postparto y tuvimos verdaderos problemas económicos con mis proveedores. Entonces tuvimos que vender la casa”.
Decidieron dejarlo todo y tomarse un año sabático: "Me tome un descanso y nos mudamos a Panamá para vivir una vida loca en la selva, mientras que mi marido creó una empresa de turismo de aventura". Ahora, Savannah, después de un año fuera, cuenta que ha regresado a Inglaterradonde vive en una casa de alquiler en Minchinhampton, Gloucestershire, con sus hijos, Moses, de 9 años, Lyra, de 6, y Bali, de dos y el hijo de su marido, Java, de diecinueve años. “Estoy construyendo un negocio más sostenible”.
Su marido, Nicholas Skinner, de 42 años, divide su tiempo entre su hogar y Panamá. Miller, de 35 años, ha revelado que ella ganó entre 43.000 a 75.000 libras el año pasado aproximadamente entre 55.000 y 100.000 euros) y señala que mientras antes no miraba el dinero, ahora tiene que enfrentarse a un presupuesto y conoce el valor del dinero: "'Nosotros frívolamente tomabamos un café aquí y un taxi allí, y sin querer darte cuenta te habías gastado más de 100 libras (126 euros)”. "Por supuesto que no es divertido estar sin un duro, pero es un buen ejercicio para que apreciar lo que normalmente dabas por hecho". Esto le ha enseñado que "hay que tener un presupuesto y plan de ahorros". Y concluye: “No te das cuenta de lo valiosa que es la seguridad y la estabilidad hasta que la pierdes."