Iker Casillas y Sara Carbonero enseñan el mar a Martín
El portero del Real Madrid y la periodista deportiva disfrutan del mejor verano de sus vidas, el primero que pasan como papás
Iker Casillas y Sara Carbonero están disfrutando de sus vacaciones más especiales, las primeras que pasan como papás. Tras la derrota de la Selección española de fútbol en el Mundial de Brasil, la pareja regresó a Madrid y días después dio por inauguradas sus vacaciones. En su último post, la periodista se despidió de sus seguidores diciendo que era "tiempo de desconectar" y "escaparse unos días". Y dicho y hecho. Iker y Sara se han escapado a una tranquila playa para enseñar al pequeño Martín el mar, como refleja la imagen compartida por el portero en su cuenta personal de Instagram. "Su primera vez...", ha escrito junto a ella.
Pero ésta no ha sido la única imagen que Iker ha publicado de sus primeras vacaciones con Martín. Un día antes, el portero compartió una instantánea de su hijo, que el próximo jueves cumplirá medio añito de vida. Con una camiseta azul, a juego con sus preciosos ojos, el primer hijo de Iker y Sara posaba como un auténtico profesional para el objetivo de su papá. "Verano azul", escribió el guardamente junto a la imagen. Martín, que sigue guardando un gran parecido con su mamá, parecía muy feliz sobre una toalla disfrutando, probablemente, de una agradable tarde de playa.
Antes de poner rumbo a Brasil, Iker y Sara bautizaron a su hijo en una íntima ceremonia a la que acudieron sólo sus familiares más cercanos. Días después, la periodista habló de Martín durante la presentación de una firma de sandalias de la que es imagen. "Ya empieza a sonreír, tiene mucha fuerza, te reconoce, como todos los bebés a su edad", declaró. También confesó que ser madre le había cambiado por completo, algo que también le ha sucedido a Iker. "Merece la pena levantarse cada día y verle, yo me voy de casa con energía. Ser padre me ha cambiado el orden de prioridades", aseguró el portero.
El nacimiento de Martín puso el broche de oro a una bonita historia de amor que comenzó hace más de cuatro años. Desde aquel espontáneo beso que el portero le dio a su chica tras ganar el Mundial de Sudáfrica, Iker y Sara no se han separado. Su relación de pareja es fuerte como una roca y tienen a alguien que les unirá para siempre, el pequeño Martín.