La Semana Santa sevillana ha estado este año huérfana. Faltaba en los balcones una de sus devotas más fieles: la Duquesa de Alba. Doña Cayetana, que en los últimos meses no se ha prodigado en público, faltó a las procesiones en las que se la suele ver, aunque en su lugar acudió su mejor representante. Su marido Alfonso Diez asistió a la procesión del Cristo de los Gitanos, cuyo paso se detiene siempre a las puertas del palacio de Dueñas, para rendir su particular homenaje a la benefactora de la hermandad (la Duquesa es además hermana y camarera de la misma).
Desde el balcón, siguió la procesión acompañado de algunos amigos entre los que se encontraban Carmen Tello y Curro Romero, además del hijo de doña Cayetana, Carlos, el Duque de Huéscar, que pasó unos días con su madre en la capital andaluza. Alfonso seguro que luego le contaría a la Duquesa todos los detalles de la procesión, de la que no perdió detalle.
Esta es la primera vez que doña Cayetana falta a su cita con la Semana Santa hispalense de la que es fiel devota y seguidora. La caída que sufrió el año pasado y que la obligó a pasar de nuevo por el quirófano hizo que moderara la frecuencia de sus apariciones. Además un resfriado intermitente, tal y como señaló Alfonso Diez, la ha mantenido en casa durante varias semanas. En una de sus últimas apariciones, poco antes de cumplir los 88 años, junto a su marido y Naty Abascal, quiso desmentir aquellas informaciones que señalaban un bajón en su estado de salud: “Estoy bien y muy bien acompañada. Que estoy mal se lo inventan”.
En Sevilla se han podido ver estos días diversas caras conocidas como las de Francisco Rivera y su mujer Lourdes Montes, Eva González, María José Suárez, Kiko Rivera y su hermana Isabel, con Alberto Isla, entre otros.