La primera dama francesa, Valérie Trierweiler, quiere "salir dignamente" de la situación en la que se ha visto envuelta tras la publicación del reportaje en el que se afirmaba que el presidente francés François Hollande mantiene un romance con la actriz Julie Gayet. Así comenzaban las polémicas declaraciones que he hecho la abogada de Trierweiler a la edición digital del diario francés Le Figaro. "El presidente y mi cliente reflexionan. La decisión solo les corresponde a ellos. Es difícil para Valérie Trierweiler mantenerse serena frente a la presión mediática y política. Pero es consciente de que es precisa una aclaración", señalaba la letrada Fréderique Giffard.
Unas declaraciones que han levantado ampollas, ya que tras la publicación de esta entrevista, la emisora de radio francesa Europe 1 afirmaba que hablaron con la propia Trierweiler, quien señaló que Giffard ya no es su abogada y que "habla sin saber y sin haber sido encargada" de hacerlo. Una controversia queda una vuelta de tuerca más al escándalo que este tema ha provocado en Francia en las últimas semanas.
En esta entrevista con Le Figaro, la abogada hablaba con todo detalle de la situación actual que vive su clienta, de quien recalcaba que no está "haciendo comedia" con sus problemas nerviosos, que la mantienen en la residencia oficial de La Lanterne, junto al palacio de Versalles, a las afueras de París. Fue allí adonde se trasladó el pasado sábado, tras abandonar el hospital de París donde fue ingresada ocho días antes, coincidiendo con la publicación en la revista Closer de que su pareja mantenía un romance."No está actuando y menos aún haciendo chantaje. Pensar que pueda querer utilizar su situación de debilidad es totalmente contrario a su personalidad y a su forma de concebir las relaciones humanas, basadas en la franqueza", agregó. Negó también que la pareja mantuviera una pelea en una de las visitas de Hollande a La Lanterne.
La abogada aseguró que "lo que realmente quiere, es que esta situación pueda resolverse, para salir de ella lo más dignamente posible". Agregó que Trierweiler pretende organizar su vida a la salida del Elíseo, encontrar un lugar donde vivir sin ser molestada por los paparazzi y reconstruir su futuro profesional. Afirmó que Trierweiler quiere "mantener sus responsabilidades humanitarias", en particular su implicación en la campaña contra la violencia sexual hacia las mujeres africanas.
También indicó que la Primera Dama justificó a su entrada al Elíseo su decisión de mantener su empleo de periodista en la voluntad de no perder independencia financiera, pero a causa de su relación con el presidente debió abandonar su puesto de presentadora del canal D8, su principal fuente de ingresos. Ahora, el único empleo que mantiene es en Paris Match, donde conserva una crónica semanal dedicada a la crítica cultural.