Arropándose y consolándose unos a otros, tan unidos como siempre han estado, lo vuelven a estar una vez más en estos momentos tan duros. La familia de María de Villota partió de Madrid para ir a Sevilla, donde horas antes había fallecido la piloto por causas naturales, tal y como ha confirmado la policía nacional. Manteniendo una gran entereza y reconfortándose unos a otros, sin dejar de abrazarse una y otra vez, llegaron a la estación de tren madrileña para iniciar una difícil travesía.
Los padres de María, Emilio e Isabel, se han reunido en la estación con Rodrigo, marido de su hija, al que hace apenas unos meses había dado el “sí”, y otros miembros de la familia. Rodrigo se ha unido a esta piña que forman los Villota, compartiendo ese cariño, inmenso en una ocasión como esta. Con él, María tenía un bonito proyecto de futuro y era con él con quien esperaba ilusionada el momento de formar su propia familia y ser madre. Esa fuerza de la que hizo gala la piloto, la heredó de los suyos que han vuelto a demostrar en estos instantes de dolor que una familia que se mantiene unida es el mejor modo de enfrentar los golpes que da la vida.
Recordando su espíritu, su entereza y su valentía, transmitiendo ese sentimiento de cariño y también de fuerza y unidad escribieron el siguiente mensaje poco después de conocerse la trágica noticia: "Queridos amigos: María se nos ha ido. Tenía que ir al cielo como todos los ángeles. Doy gracias a Dios por el año y medio de más que la dejó entre todos nosotros. Fdo. Familia Villota". A última hora de la tarde, su hermana Isabel ha salido a las puertas del Tanatorio de Sevilla para leer una palabras de parte de la familia. Con la entereza, positividad y esperanza que siempre han caracterizado a María y a toda su familia, Isabel ha leído:
"Queridísimos amigos,
María se ha ido. Se ha ido a las seis de la mañana como consecuencia de las lesiones neurológicas que sufrió el 3 de julio del 2012. María se ha ido pero nos ha dejado un mensaje de alegría y esperanza muy claro que es en el que se apoya la familia. María será enterrada en Madrid en un panteón familiar en la más estricta intimidad. Gracias a todos".
Sus padres, el piloto Emilio de Villota, el primer y legendario piloto español de F-1 con el que aprendió a amar el mundo del motor, e Isabel Comba Nebot, y sus hermanos Emilio e Isabel estuvieron con ella el día en que apareció ante los medios, haciendo gala de una enorme fuerza para agradecer el apoyo recibido, la apoyaron en sus triunfos deportivos y brindaron por su felicidad cuando se casó, el pasado mes de julio. “El ojo que he perdido me ha devuelto el norte. Esta nueva oportunidad la voy a vivir al cien por cien" dijo. Seguramente su familia tenía reservado un puesto de honor, al igual que su marido Rodrigo en la presentación de su libro, prevista para el próximo lunes. Unidos como una piña siempre.
La vida es un regalo, así se titula su libro, queda como testimonio de la vida de una mujer inigualable, optimista, con ganas de ser feliz, que dio un ejemplo que nunca olvidaremos.