Tal y como ella quería, Concha García Campoy ya descansa en el mar de Ibiza, isla que tenía un significado muy especial para ella y su familia ya que es donde comenzó su carrera profesional y donde nacieron sus dos hijos, Lorenzo y Berta. Así, este viernes sus familiares, amigos, compañeros y muchos ciudadanos de la isla pitiusa acudieron a la iglesia de Santa Cruz donde tuvo lugar una emotiva misa oficiada por el párroco Enrique Torres Riera. "Con la muerte prematura de Concha nos hemos sentido frágiles todos", aseguró nada más comenzar la ceremonia.
Escuchando sus palabras con mucha atención estaban en primera fila los dos hijos de la fallecida periodista, además de su madre, Berta, y su hermana Asunción, que se mostraron durante todo el oficio muy emocionadas. "Cuántas veces nos hemos encontrado en aquel segundo piso y siempre la veía tan alegre y tan feliz, con sus valores humanos, con su sonrisa, con ese valor... y te animaba", añadió el párroco, que también hizo una mención especial a la enternecedora carta que Lorenzo dedicó a su madre la semana pasada.
Numerosos personajes del mundo de la política, la cultura, la empresa y la sociedad ibicenca acudieron también a la iglesia para arropar a la familia en estos momentos tan difíciles. Entre ellos, se encontraban el presidente del Consell, Vicent Serra, y la alcaldesa de Ibiza, Pilar Marí, además del escritor Antonio Colinas y el empresario Abel Matutes. Tras finalizar el oficio, varias personas se quedaron sentadas dentro del templo mirando con cariño y admiración la fotografía de la recordada periodista, ya que a muchos vecinos de la isla todavía les cuesta creer que se haya ido tan pronto.
Concha García Campoy, que padecía leucemia desde 2012, falleció el pasado 10 de julio a los 54 años a consecuencia de un fallo hepático agudo, una desaparición que ha causado una verdadera conmoción entre sus compañeros de profesión, que hace unos días le dieron un emotivo adiós en el Tanatorio La Paz de Madrid. Maravillosa, excepcional, amiga, comprometida, coherente... son algunos de los muchos adjetivos con los que describieron la figura de Concha, de la que todos destacaron que era una gran mujer que vivió por y para el periodismo y que combinaba su gran fuerza con una eterna sonrisa.