Adriana Ozores, 'Gran Hotel': 'Alicia y Julio se lo han peleado mucho y ya es hora que sean felices'
La serie emite esta noche su último capítulo
Gran Hotel echa el cierre y lo hace rodeado de misterios. ¿Acabarán juntos Julio y Alicia? ¿Conseguirá doña Ángela salvar a la gente de la epidemia de cólera que asola el hotel? Muchas son las opciones pero ¿cuál será la elegida? Los fans esperan ansiosos saber qué pasará y Adriana Ozores (doña Ángela) da algunas pistas.
¿Cree que los sentimientos de Cisneros hacia doña Teresa son reales o sólo la quiere para matar a Diego?
Son totalmente reales.
¿Será Cisneros el que acabe con Diego, será otro personaje o se librará?
Diego acaba mal, eso sí que te puedo decir, pero no puedo avanzar nada más (risas).
¿Cómo le gustaría que fuera el final de doña Teresa?
El final que le han dado a doña Teresa los guionistas es el que más me gusta, estoy muy contenta con el final de mi personaje. Ha podido vivir un amor muy bonito.
¿Y cómo le gustaría que fuera el final de Gran Hotel?
Como ha sido, no se podía hacer con más amor por parte de los productores como se ha hecho. No se podía hacer más bonito, más tierno, queriendo a todos los personajes… Lo han hecho con tantísimo cariño que se nota muchísimo.
¿Recuerda el primer día que llegó al plató de la serie?
Me acuerdo perfectamente, el primer día había un ensayo de mesa y llegó Luz Valdenebro y me dio un beso… y le dije “qué llegada más bonita me has hecho”.
¿Qué momentos han sido los más divertidos de la serie?
Pegar a Belén con la fusta, sin duda, me ha gustado una barbaridad (risas). Ella lo pasaba bien también porque iba protegida con una especie de armadura por dentro del vestido, e incluso en los ensayos decía “dale más fuerte, que no me entero” (risas) Fue un momento muy gracioso y nos lo pasamos todos muy bien.
¿Cree que Alicia y Julio conseguirán ser felices?
Sí, se lo han peleado mucho y ya es hora que sean felices. El final de todos ha sido un poco “fueron felices y comieron perdices”.
¿El traje de época es tan incómodo como parece?
Un poco, vamos muy ceñidas, llevamos un corsé que nos aprieta, un poco incómodas sí que vamos, sobre todo al principio, pero llegas a un punto que te acostumbras.
¿Qué le han aportado tanto Gran Hotel como doña Teresa a su carrera?
Mucho, no había hecho nunca una mala tan mala y he tenido la oportunidad de interpretar un personaje así y es un regalo que me ha hecho esta serie. Lo he disfrutado mucho y creo que me he tirado a la piscina sin pudor al interpretar a doña Teresa, que era uno de mis objetivos. Además, doña Teresa me ha dado la oportunidad de bucear en las pasiones humanas, ya que yo tengo otra manera de ver las cosas, pero poder haber hecho eso es un lujo porque no todo el mundo lo hace ni tiene la oportunidad de hacerlo, porque hay muchos actores que les da corte o vergüenza hacer de malo, pero para mí ha sido muy divertido. He sido mala con todas las de la ley (risas).
Pero al interpretar a un personaje malvado ¿cómo ha reaccionado el público cuando la ha visto por la calle?
El público no es tonto y sabe diferenciar entre realidad y ficción. La gente es muy educada y cariñosa. Algunos me decían: “¿cómo puedes ser tan mala?”, pero con mucha educación.
¿Qué le parece que la serie acabe por todo lo alto?
Tenemos que estar muy contentos porque no siempre una serie de esta categoría acaba así. Algunas se alargan innecesariamente o, por motivos de audiencia, se acaban antes de tiempo, pero Gran Hotel no ha sido el caso, y eso me parece muy bonito y tenemos que estar muy orgullosos. Todas las maldades ya las hemos hecho (risas).
¿Le gustaría llevarse algún recuerdo físico de la serie como un vestido, un candelabro…?
Vestuario no nos podemos llevar, pero unas amigas de Llorens han hecho un pequeño Gran Hotel con muñecos de todos los personajes y yo me he llevado el mío y lo he pegado en un baldosín del suelo del Gran Hotel y lo pondré en mi casa.