Kim Kardashian y Kanye West ya tienen a su niña entre sus brazos. La reina de los reality show, de 32 años, dio a luz a su primera hija durante la mañana de este sábado, justo un mes antes de la fecha prevista de su nacimiento, en el conocido Centro Médico Cedars Sinai de Los Ángeles. Tanto la madre como la recién nacida se encuentran en perfecto estado de salud, sin embargo, al haberse adelantado, la niña permanece en la incubadora como medida de precaución. "Tiene el pelo oscuro y se parece mucho a Kim", aseguró una fuente al portal E! News.
Precisamente este fin de semana, el rapero, de 36 años, tenía una apretada agenda llena de compromisos profesionales, pero al enterarse de que su novia se había puesto de parto, decidió cancelar todas sus actuaciones para estar a su lado en este momento tan especial de sus vidas. Junto a la pareja también se encontraba la madre de la madre de Kim, Kris Jenner, que vivió con emoción el nacimiento de su tercer nieto (la hermana mayor de Kim, Kourtney Kardashian, tiene dos hijos con Disick Scott: Mason, de tres años y medio, y Penélope , que cumplirá un añito el próximo 8 de julio).
"Estoy tan emocionada que vayamos a tener una niña...", confesó la feliz mamá en un capítulo de su programa, Keeping Up with the Kardashians, cuando se enteró del sexo de su bebé. "¿Quién no quiere una niña? Creo que son las mejores y se que lo que siempre ha querido Kanye es tener una hija", añadió Kim, que celebró su baby shower a principios de este mes junto a su familia y muchas amigas, entre las que se encontraban Kelly Osbourne, Maria Menounos, Kimberly Stewart, NeNe Leakes y la ex Spice Girl, Mel B.
A pesar de que durante estos meses han hecho todo lo posible por intentar mantener el secreto y no hacer público el sexo de su bebé, lo cierto es que la invitación a la baby shower que enviaron Kim y Kanye, que hicieron pública su relación el pasado mes de abril, tal solo unos seis meses después de que ella solicitara el divorcio de Kris Humphries, no dejaba lugar a dudas: una caja de música con una bailarina que bailaba al ritmo de una canción de West, Hey Mamma.
Además de este secretismo, si hay una cosa que ha caracterizado el embarazo de la celebrity han sido las opiniones para todos los gustos que han provocado sus estilismos premamá. Kim no ha dado su brazo a torcer y no ha querido renunciar a sus ajustados diseños y tacones de infarto. De hecho, tan sólo durante estos últimos días la hemos visto con ropa más amplia y zapatos planos. "Tengo el resto de mi vida para ser delgada y bajar de peso. Realmente es algo que no preocupa y si tengo un antojo, no me voy a privar de ello", confesó en una reciente entrevista. "Me parece increíble que llamen gorda a una mujer embarazada. Quiero decir, ¿qué esperan? Claro que voy a ganar peso", añadió.
Lo que sigue siendo una incógnita es el nombre que han decidido ponerle a su pequeña. Aunque lo que parece seguro es la letra por la que empezará. "Tenemos una lista. Algunos de ellos empiezan con 'K' y otros no", dijo en referencia a su 'tradición' familiar de poner nombres con esa letra.