Pamplona da su emotivo y último adiós a su querido Alfredo Landa

Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar cuando el Orfeón Pamplonés ha entonado la Jota a San Fermín en homenaje al fallecido actor

Por hola.com

Familiares, amigos y allegados de Alfredo Landa, fallecido el pasado 9 de mayo en Madrid, asistieron al entierro de las cenizas del actor navarro en el panteón de su familia materna, los Areta, en el cementerio de Pamplona y a su posterior funeral. Los restos del actor fueron incinerados el pasado día 10 en el cementerio de Santa Ana, en Colmenar Viejo (Madrid), y desde ayer sus restos reposan en el cementerio de Pamplona, una ciudad que le vio nacer el 3 de marzo de 1933 en la céntrica calle de San Antón.


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La inhumación de las cenizas del actor navarro tuvo lugar ayer en una ceremonia celebrada por la familia y allegados en la más estricta intimidad y a la que han asistido, entre otros, la viuda de Landa, Maite Imaz, y sus hijos. Por la tarde, tuvo lugar un funeral organizado por amigos navarros muy cercanos a la familia de Landa, que se ofició en la iglesia de San Nicolás, el mismo templo en el que el actor fue bautizado hace ochenta años. El funeral de Pamplona, que precede al que tendrá lugar en Madrid la próxima semana, contó con la participación destacada del Orfeón Pamplonés, una coral que fue galardonada con el Premio Príncipe de Viana de la Cultura, el mismo que Alfredo Landa recibió de manos del Príncipe Felipe en 2008, año en el que el actor se retiró además de la vida pública. Uno de los momentos más emocionantes del funeral ha tenido lugar cuando una componente del Orfeón Pamplonés entonó la Jota a San Fermín que se interpreta todos los años en los sanfermines durante la Procesión del Santo.


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La misa fue oficiada por el párroco de la iglesia de San Nicolás de Pamplona, Santiago Cañardo, que tuvo palabras de cariño y admiración hacia Alfredo Landa: "Fue una gran persona, un gran navarro y un gran hijo de esta ciudad" y valoró que el actor "siempre mantuvo vivas sus raíces, tanto humanas como cristianas, y volvió a ellas". Cañardo también puso de manifiesto "la faceta humana y familiar" de Alfredo Landa, que "antes que actor, fue buen esposo y buen padre de familia". 

Otro de los momentos más emotivos del funeral fue cuando el hijo del actor, Alfredo Landa, se dirigió a todos los asistentes a la misa para agradecer su asistencia y el "cariño" mostrado hacia su padre. El hijo del intérprete tuvo que interrumpir su lectura por la emoción, por lo que recibió los aplausos de los asistentes. Prosiguió señalando que Alfredo Landa "siempre ha profesado un gran amor a Pamplona y a Navarra" y aseguró que "se sentiría muy orgullo de todo el cariño que los pamploneses le han dado". "Es el más maravilloso padre que se puede tener", concluyó.

Landa vivió sus primeros años en la pequeña localidad navarra de Aribe, que abandonó a los seis años junto a su familia hacia Figueras y después a San Sebastián. Aunque no fueron muchos los años que residió en la Comunidad Foral, el actor ha hecho siempre gala de sus orígenes navarros y ha visitado en varias ocasiones su tierra de origen, donde, además del Premio Príncipe de Viana, fue galardonado en 1986 con el primer "Gallico de Oro" de la sociedad Napardi. Además de recoger este premio, el actor, reconocido ya en ese momento internacionalmente, hizo el saque de honor en el partido entre Osasuna y Atlético de Madrid en el estadio de El Sadar.