Los momentos más tensos y dramáticos para la artista han ocurrido sin duda a su salida de la Audiencia. Isabel Pantoja ha tratado de abrirse paso entre la multitud de personas y medios de comunicación que se agolpaban en torno a ella. Ha sido tal la avalancha de personas que la ha abordado que apenas podía abrirse paso entre los empujones y los intentos de la policía por despejar el camino hasta su coche. Incluso se ha visto cómo, en medio de la confusión y los gritos, alguien le tiraba del pelo y la ropa.
Isabel, en medio de semejante confusión, ha sido metida casi a empujones dentro del vehículo por su abogada y una vez dentro se la ha visto tendida en el asiento trasero. Parece que ha sufrido un desmayo debido a la tensión de la situación, aunque no se ha visto si lograba recuperarse ya que el vehículo ha conseguido por fin arrancar y salir de la zona. De hecho el conductor del coche, se ha tenido que subir al techo de este para pedirle a la policía que despejara el camino. Preocupados y esperando saber cómo se encuentra estarán sus hijos, Kiko e Isabel, que no la han acompañado en este día tan relevante. No ha estado junto a ella ningún familiar, por decisión de la propia artista, algo que ya ocurrió en las sesiones del juicio, siendo los únicos acompañantes de la intérprete los miembros de su equipo de abogados.
Arropada por su novio y sus hijas sí que ha estado Maite Zaldívar, la segunda en abandonar la Audiencia. Igualmente en medio de un gran revuelo, ha salido del edificio de los juzgados con el gesto tranquilo, tras haberse despedido de su exmarido Julián Muñoz con un beso. Y es que Muñoz ingresará directamente en prisión tras conocer la sentencia que le condena a un total de siete años.
Julián ha sido trasladado a los calabozos de la Audiencia, donde sus hijas se han despedido de él antes de acercarse a la ciudad para comprarle algo de ropa, dado que el exalcalde no llevaba nada consigo puesto que no se esperaba su ingreso inmediato.
Isabel Pantoja se ha enfrentado hoy martes a uno de sus momentos de mayor tensión. La artista ha mantenido en todo momento la compostura, sin hacer apenas gestos, durante la lectura de la sentencia en la Audiencia provincial de Málaga por blanqueo de capitales. Ella ha sido la primera en salir de la sala con gafas de sol y flanqueada por sus abogados, con el gesto serio y haciendo caso omiso a los gritos de la multitud que la esperaba fuera. Tampoco ha respondido a las preguntas que le hacían los medios de comunicación congregados y es que la expectación mediática ha sido enorme. "Con el máximo respeto a la sala vamos a recurrir. No estamos de acuerdo" declaró su abogado. La que sí se ha mostrado afectada tras la lectura de la sentencia ha sido Maite Zaldívar, que frente al juez, se ha tapado la cara y se ha echado a llorar cuando ha escuchado su pena. A la salida del juzgado, dijo: "No hay justicia igual para todos".