Directores de orquesta, cantantes y músicos de la comunidad operística de China han pedido a la nueva Primera Dama del país, la soprano Peng Liyuan (esposa del presidente Xi Jinping), que no abandone el mundo de la ópera, pese a sus nuevas obligaciones políticas.
Melómanos como el director Li Xincao, al frente de la orquesta que en 2007 acompañó a Peng en un concierto ofrecido en el Kremlin moscovita, señalaron al diario South China Morning Post que sería una gran pérdida si la Primera Dama no pudiera continuar su carrera artística. "Sería una pena que ella no pudiera actuar en las actuales circunstancias", señaló Li.
La soprano hongkonesa Barbara Fei, también citada por el diario, señaló que Peng, de 51 años, tiene la edad a la cual las cantantes de ópera se encuentran en su mejor momento de voz, por lo que "podría actuar en su apogeo hasta los 65 años".
El violinista Deng Chuan, de la Orquesta Sinfónica Nacional de China, también expresó su deseo de poder actuar con ella en el futuro, y destacó su gran profesionalidad. Peng acompaña desde hoy a su esposo en la primera gira de este como presidente de China (con paradas en Rusia, Tanzania, Sudáfrica y República del Congo) y su presencia ha despertado gran expectación.
La nueva Primera Dama es una celebridad en el país asiático mucho antes de contraer matrimonio con Xi, ya que ha actuado en galas televisivas desde los años 80. Sin embargo, las actuaciones de Peng se han reducido al mínimo ya desde el nombramiento de Xi como vicepresidente, en el año 2008.
El hecho de que la esposa de Xi sea una celebridad, frente al perfil casi anónimo de anteriores Primeras Damas del país asiático, ha causado expectación entre los medios chinos y extranjeros, que ven a Peng como un soplo de aire fresco en una política nacional a veces inmovilista y gris.