María Sharapova, Ana Ivanovic, Sara Errani y Roberta Vinci, rivales en las pistas y amigas en las compras

Las cuatro tenistas se enfrentaron en el torneo La Grande Sfida, que se ha disputado este fin de semana en Milán

por hola.com

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Milán es una de las capitales indiscutibles de la moda y pocas mujeres se pueden resistir al magnetismo de los escaparates de sus tiendas, ni siquiera las deportistas de élite. María Sharapova y Ana Ivanovic han estado este fin de semana en esta ciudad italiana para participar en un torneo amistoso de tenis, en la segunda edición de La Grande Sfida, donde jugaron contra las tenistas italianas Sara Errani y Roberta Vinci. En los encuentros individuales, la rusa Sharapova y la serbia Ivanovic vencieron a sus contrincantes, mientras que las italianas ganaron por 6-4 en el encuentro de dobles.

Pero entre raquetazo y raquetazo, las protagonistas de este torneo han aprovechado para salir de compras por las calles de Milán, donde no pasaron desapercibidas. Y es que las dos, además de ser de las mejores tenistas del mundo, son consideradas las más guapas de los circuitos.

 

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La rusa se cambió de ropa, y con un look moderno y juvenil, con leggins de cuero negro, botines beige y un abrigo gris, paseó por algunas tiendas. Por su parte, la tenista serbia salió de tiendas vestida con un chándal negro y rosa y se probó algunos modelitos de este establecimiento antes de comprarlos.

Las dos levantan pasiones a su paso desde sus comienzos en el tenis, aunque el corazón de la rusa ya está ocupado y está a un paso del altar. Fue el octubre de 2011 cuando anunció su compromiso con el jugador de la NBA Sasha Vujacic, aunque todavía no se sabe cuándo se darán el “sí quiero”. Las dos, además de ser de las mejores con la raqueta, también han mostrado sus dotes en más de una ocasión posando como modelos ante las cámaras, y es que ser deportista profesional, no está reñido con ir a la última y ser una seguidora de la moda.

 

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Las italianas Sara y Roberta también pasearon por las tiendas, y a juzgar por las bolsas que llevaban en la mano y por su cara de felicidad, encontraron lo que buscaban.