En plenos trámites de divorcio, Paulina Rubio sigue con su día a día en Los Ángeles

La cantante mexicana y su exmarido, Nicolás Vallejo-Nájera, todavía no han llegado a un acuerdo sobre la custodia de su hijo

por hola.com


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No pasa por un buen momento personal. Después de cinco años de matrimonio con Nicolás Vallejo-Nágera, Paulina Rubio se enfrenta a un complicado proceso de divorcio. “Un momento muy triste", según confesaba ella misma el pasado mes de marzo cuando la noticia saltó a los medios. Sin embargo, la 'chica dorada' ha decidido poner al mal tiempo buena cara y así de sonriente pudimos verla de fiesta por Los Ángeles. Paulina Rubio, con un 'look' en tonos tierra, evitó hacer declaraciones sobre su actual situación sentimental a la que tiene que sumar una denuncia por una supuesta agresión a uno de sus asistentes. Los problemas se multiplican, pero ella sigue con su vida días después de haber intentado sin éxito llegar a un acuerdo con Nicolás Vallejo-Nájera sobre la custodia de su hijo.


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Por su parte, Nicolás Vallejo-Nágera ha viajado esta semana a España para atender una serie de asuntos personales y también para ver a su familia y a sus amigos. Una de las gestiones que realizó era, al parecer, poner a la venta el chalé madrileño que compartió con la cantante mexicana los cinco años que duró su matrimonio. Se trata de una vivienda unifamiliar ubicada en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, cuyo valor podría superar el millón y medio de euros. La casa está a nombre de una sociedad de la que el exmatrimonio posee el 50 por 100 cada uno. Este es el único bien que ambos tendrían en común.

La mañana del día de la mudanza, Nicolás llegó al chalé y sacó cuatro maletas que posteriormente llevó a casa de su madre. Esa misma tarde regresaba al domicilio acompañado precisamente por su madre, su hermana y su hermano, que le ayudaron a recoger sus pertenencias y meterlas en una furgoneta rotulada con el nombre de Samantha España, que es el nombre del 'catering' que tiene Samantha.

Entre los objetos que se retiraron había pinturas dedicadas, muebles, ropa y objetos del pequeño Nicolás. El destino de todo ello, según parece, era una nave que la familia posee en una localidad próxima a Madrid. Un día después del traslado de enseres, Nicolás regresaba a Miami, donde tiene fijada su residencia. Dentro de unos meses, la cantante y el padre de su hijo se verán de nuevo las caras en los Juzgados para intentar llegar a un acuerdo.