El actor estadounidense John Travolta ha abierto su corazón y se ha sincerado en una entrevista con la BBC, con motivo del estreno de su última película Savages. Aseguró que se planteó la retirada del mundo del cine cuando en 2009 su hijo mayor, Jett, murió tras sufrir un episodio convulsivo mientras la familia pasaba unos días en las Bahamas. Fue finalmente el apoyo de su familia, su religión y sus admiradores fue lo que le ayudó a salir adelante.
"Perdí a mi hijo hace unos años y pasé una mala época, y después de tres años de recibir mucho apoyo de mi iglesia y de la gente, mi familia y los fans, decidí que podía volver a trabajar, porque incluso me planteé retirarme", dijo. Travolta señaló que aceptó trabajar en la nueva película dirigida por Oliver Stone porque es un filme "de cinco estrellas". Salma Hayek, Benicio del Toro y Blake Lively, entre otros, forman parte del cartel de la cinta. Precisamente Stone recibirá el premio Donostia en el festival de San Sebastián que arranca hoy día 21, un galardón que recogerá acompañado de Del Toro y Travolta.
El hijo del protagonista de cintas como Pulp Fiction (1994), Grease (1978) y Fiebre del sábado noche (1977) fue encontrado inconsciente en el baño de la residencia de los Travolta en las Bahamas y fue declarado oficialmente muerto tras su traslado en ambulancia a un hospital cercano en la localidad de Freeport.
Jett tenía un largo historial de convulsiones que, según sus padres, tiene su origen en la enfermedad de Kawasaki, que causa la inflamación de los vasos sanguíneos y que padeció el joven cuando era un niño. El actor y su mujer, Kelly Preston, tienen otra hija, de 12 años, llamada Ella y un bebé de casi dos años, Benjamin.