Con su hija, Sofía, la primera nieta de Julio Iglesias e Isabel Preysler, que ya tiene ocho meses, y su hijo, Alejandro, de diez años

En ¡HOLA!: Chábeli Iglesias posa en su nueva casa de Carolina del Norte tras recibir la visita de sus padres

'¡Quién me iba a decir a mí que iba a tener una rubita con ojos azules!', declara la feliz mamá

por hola.com

"Estoy viviendo el sueño de mi vida hecho realidad", declara Chábeli Iglesias esta semana en las páginas de la revista ¡HOLA!, que ofrece a sus lectores un reportaje de la hija mayor de Julio Iglesias e Isabel Preysler. Chábeli, que se encuentra en su mejor momento, posa por primera vez en su nueva casa de Carolina del Norte con su familia: su marido, Christian Altaba, y sus hijos: Alejandro, de diez años, y Sofía, que ya tiene ocho meses.


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"¡Quién me iba a decir a mí que iba a tener una rubita con ojos azules!", declara la feliz mamá, que ya ha recibido la visita de sus padres para conocer a la pequeña. "Mi padre, al ver a Sofía, le dijo: '¡Qué ojos tan bonitos'. Le encantó conocerla". Por su parte, Isabel Preysler, que tuvo que aplazar el viaje debido al delicado estado de salud de su marido, Miguel Boyer, ya notablemente recuperado, pudo finalmente desplazarse a Miami con sus hijas Tamara y Ana para conocer al nuevo miembro de la familia. "¡Por fin, mi madre ha venido a vernos! Estábamos deseando verla y hemos pasado unos días estupendos. La he echado mucho de menos. Lo primero que dijo al ver a Sofía fue: '¡Es guapísima!'", cuenta Chábeli.

Durante su estancia en Miami, Isabel se alojó en casa de Chábeli pero Tamara y Ana estuvieron en casa de su hermano Enrique, que también conoce ya a su sobrina. "Enrique está encantado de ser el padrino; Tamara es muy niñera, y a Ana estaba deseando darle un abrazo después de lo de su padre. Además, Ana es muy buena madrina de Alejandro, siempre está pendiente de él", cuenta Chábeli de sus hermanos.


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Llevó su embarazo en secreto, por estar considerado de alto riesgo, para encontrar la estabilidad que necesitaba. "No hubo ningún distanciamiento con mi padre, sólo un pequeño malentendido, como puede tener cualquier padre con su hija. Mi padre y yo nos adoramos. Puede que él opinase diferente, pero respeta mi decisión de guardar el embarazo en secreto, y ahora entiende muy bien por qué lo hice", explica.

"Ahora mi prioridad son mis hijos, pero pronto volveré a trabajar en lo que he estado haciendo hasta ahora: comprar, renovar, decorar y vender casas", declara la feliz mamá. "Nuestra casa de Carolina del Norte la compramos el verano pasado, y se estaba cayendo a pedazos. La renovamos durante mi embarazo y nos mudamos a ella en enero, cuando nació Sofía", añade.