Las más emotivas y exclusivas imágenes de la celebración

Esta semana en ¡HOLA!: La gran boda de Carlos Baute y Astrid Klisans

En el monasterio de El Escorial y ante más de quinientos invitados llegados de todo el mundo

por hola.com

La revista ¡HOLA! de esta semana ofrece a sus lectores las imágenes más emotivas y exclusivas de la gran boda de Carlos Baute y Astrid Klisans. La pareja selló su amor en la basílica del real monasterio de El Escorial, ante 500 invitados llegados de todos los rincones del mundo.


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La revista recoge en más de 30 páginas las mejores fotografías del romántico acontecimiento, desde los momentos previos a la ceremonia hasta la fiesta posterior.

Astrid, vestida de Pronovias, llevaba dos broches antiguos de platino y brillantes adornando su elaborado recogido de inspiración griega. La novia llegó al monasterio en el Bentley blanco (estilo Rolls-Royce Silver Cloud) que Carlos utilizó en su videoclip con Marta Sánchez, Colgando en tus manos, mientras que Carlos lo hizo en un Bentley gris y burdeos. "¡Qué guapa! Eres una princesa. Te amo", exclamó el cantante cuando recibió a Astrid a pie de la escalinata y frente al retablo mayor de la basílica.

Fue una boda llena de color, donde las invitadas, entre las que se encontraban Valeria Mazza, Vicky Martín Berrocal, Fiona Ferrer, María Colonques, Genoveva Casanova, Eugenia Martínez de Irujo y Antonia dell'Atte, destacaron con sus diseños. Todas ellas celebraron la felicidad de los novios en la cena y fiesta posterior que estos ofrecieron en una espectacular finca de la sierra de Madrid.

Carlos sorprendió a su mujer, que practicó la equitación durante muchos años, con un espectáculo ecuestre. Pero la gran sorpresa para Astrid fue un precioso caballo castaño de la familia Bohórquez que el cantante regaló a la guapa venezolana.

Como no podía ser de otra manera, la música no faltó en la celebración. Los recién casados abrieron el baile al son de El vals de las mariposas, de Danny Daniel, que interpretó la orquesta que animó la noche. Aunque el momento más esperado de la fiesta fue cuando Carlos se subió al escenario para dar lo mejor de sí mismo en un concierto que puso a bailar a todo el mundo, incluida, cómo no, Astrid, su fan número uno.