Tras varias semanas en las que se vio obligada a guardar reposo y a disminuir su apretada agenda, la duquesa de Alba ha vuelto a la vida social. Hace unos días, doña Cayetana se realizó un chequeo médico en Sevilla y, tras asegurarse de su óptimo estado de salud, los médicos le dijeron que lo que tenía que hacer era animarse y salir más. Y así lo ha hecho.
Completamente recuperada, y siguiendo el consejo de los doctores, la aristócrata aprovechó el buen tiempo reinante en Andalucía este fin de semana y viajó con su marido, Alfonso Diez, hasta Cádiz. En El Puerto de Santa María, los duques de Alba compartieron almuerzo con Ana María Abascal y Tomás Terry.
Sobre la una de la tarde, doña Cayetana y su marido abandonaban el Palacio de Dueñas rumbo a la ciudad gaditana, donde compartieron mesa y mantel con sus amigos en El Faro del Puerto, uno de los restaurantes más conocidos de la zona. Después de algo más de dos horas de comida y sobremesa, Ana María Abascal y Tomás Terry salían del local minutos antes de que lo hicieran doña Cayetana y Alfonso, que no hicieron ningún tipo de declaración.
A punto de cumplir seis meses de casados, la relación entre los Duques de Alba sigue viento en popa y el matrimonio disfruta de su nueva vida en Sevilla, donde suele ser habitual verles compartir su tiempo de ocio con su grupo de amigos. No obstante son frecuentes los viajes de Alfonso a Madrid, ya que está en marcha el proyecto de apertura de una tienda de antigüedades para el que cuenta con su hermana Begoña como socia.
A pesar de que su luna de miel se ha visto pospuesta en varias ocasiones debido a los problemas de salud de la duquesa, lo cierto es que ambos están felices con su situación de ‘recién casados’, donde su complicidad es evidente hasta en el vestir. En esta última ocasión se les pudo ver con sendos conjuntos en tonos azules, y si doña Cayetana volvió a hacer gala de su particular gusto por la moda, Alfonso hizo lo propio con su elegante estilo.