Boris Becker y su mujer, Sharlely “Lilly” Kerssenberg, han llegado esta semana a Miami con su hijo, Amadeus, que nada más aterrizar en el aeropuerto de la ciudad se convirtió en el protagonista indiscutible, quitándole incluso el protagonismo al extenista. Y es que a sus casi dos años, el pequeño de la familia, además de ser el vivo retrato de su padre, es un niño muy curioso y divertido y así lo demostró delante de las cámaras. Con unos grandes ojos azules, el pelo rubio y la piel muy blanca, no puede negar que es hijo de Boris Becker, porque pocas veces se dan parecidos tan grandes entre un padre y un hijo.
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Al igual muchas de las estrellas a las que vemos en los aeropuertos, el pequeño hizo su aparición por la puerta de llegadas hablando con el móvil, o más bien, haciendo que llamaba a alguien. Pero no sólo se contentó con eso, también estuvo jugando con al Blackberry de su madre, demostrando que los niños de hoy en día están muy puestos en lo que a nuevas tecnologías se refiere.
Allí les estaba esperando Noah Gabriel, el mayor de los hijos de Becker, que ya tiene 16 años, y que vive en Miami junto a su hermano Elias, de 12 años. Los dos son fruto de su matrimonio con Barbara Feltus, quien se divorció del tres veces campeón de Wimbledon y Roland Garros en 2001 y se marchó a Miami con sus hijos. El tenista pasará la Navidad en Miami, donde compró una casa para poder estar cerca de sus hijos y él y Lilly viajan a menudo.