Óscar Higares, Alicia Senovilla o Soraya Arnelas, 'hornean' sus mejores deseos navideños en La fábrica de los sueños
Durante estos días tan entrañables todo parece mágico, sobre todo para los más pequeños, quien ya esperan llenos de ilusión la llegada de Papá Noel o los Reyes Magos. Pero mientras llega ese momento de reunirse en torno a la mesa junto al resto de la familia o de ver la cara de sorpresa de los niños al desenvolver los regalos, algunos de nuestros rostros más conocidos se han dado cita en La fábrica de los sueños, un espacio de ocio e ilusión de más de 1.000 m2.
Algunos, como Óscar Higares o Alicia Senovilla acudieron en compañía de sus hijos. El torero compartió con sus dos hijas mayores, India, Martina, una experiencia inolvidable, en donde él también se lo pasó en grande recorriendo el Bosque secreto, donde se pueden ver de cerca todos los elementos utilizados en el rodaje del spot de la Lotería o dentro de la máquina de captura de sueños, sueños diseñada en exclusiva para el acontecimiento. Su pareja Sandra Álvarez fue la gran ausente en esta divertida cita, ya que se quedo cuidando a la pequeña Cloe, de 1 añito de edad.
Alicia Senovilla, por su parte, volvió a demostrar su gran simpatía y cercanía. Muy contenta por lo bien que está funcionando A tu vera, el espacio musical dedicado a descubrir nuevas voces de la copla en Castila La mancha TV, la presentadora madrileña acudió con sus dos hijos, Candela y Erasmo y dos niñas más que acompañaron a sus dos pequeños en esta gran aventura.
La actriz Toni Acosta también acudió con sus dos hijos, aunque prefirió posar en solitario en el photocall. Soraya Arnelas, quien aun no se ha animado todavía a aumentar la familia, se convirtió en una niña más pues participó en todas las actividades y los juegos saliendo totalmente encantada de este espacio navideño que gira alrededor de los sueños de todos los españoles.
Daniel Avilés, de Los Protegidos, la bailarina Yolanda Jiménez, exmujer de Rafael Amargo o el coreógrafo Poty, fueron otros de los que se trasladaron por unas horas al país de los sueños olvidando así, en mayor o menor medida, la realidad por unas horas.