Se llama Ivian Lunasol Sarcos Colmenares, tiene 21 años y está licenciada en Recursos Humanos. La representante de Venezuela, una morena de 1,79 metros de estatura y procedente de una familia de 12 hermanos, se ha alzado con la corona de Miss Mundo 2011 al término de un certamen celebrado en Londres en el que concursaron más de 100 jóvenes de distintos países.
Admiradora de Alejandro Sanz, la nueva reina de la belleza mundial declaró, una vez coronada, que quiere utilizar su título para ayudar a la gente. "Ganar significa todo para mí y espero aprovechar esto de una manera productiva. Estoy increíblemente feliz de haber ganado, y hay (en el certamen) chicas fantásticas", dijo la joven. "Lo que más quiero es ayudar a la gente que lo necesita. Quiero ayudar a gente como yo y a los ancianos y adolescentes con problemas, a toda la gente que pueda", agregó la joven, que quedó huérfana de padres de pequeña y pensó en algún momento en ser monja. Ivian Sarcos visitará proyectos con fines benéficos en todo el mundo durante un año.
El evento, en el que las jóvenes desfilaron en distintos trajes, tuvo lugar en el centro de exposiciones de Earl's Court. Detrás de la venezolana quedaron la concursante de Filipinas, Gwendoline Ruais, y la de Puerto Rico, Amanda Villanova. Las tres chicas fueron elegidas de entre las siete finalistas -Puerto Rico, Venezuela, Filipinas, Corea del Sur, Sudáfrica, Escocia e Inglaterra- que quedaron en la final después de que desfilaran las más de 100 que concursaron. La representante española, Carla García Barber, quedó semifinalista -entre las 15 primeras- con una puntuación importante e incluso llegó a situarse a mitad de la gala entre las 10 candidatas mejor valoradas.
Según los organizadores, este evento es seguido por más de mil millones de televidentes en más de 168 países y la próxima edición tendrá lugar en China. Esta ha sido la 60ª edición de Miss Mundo. La primera se celebró en 1951, también en la capital británica. La directora de Miss Inglaterra, Angie Beasley, aseguró que el concurso ha cambiado con los años y ya no se trata de lucir bien en un traje de baño, pues considera que las chicas tienen talento y participan en eventos con fines benéficos. "Sí, tienen que verse fantásticas para ganar, pero es mucho más que un concurso de belleza", subrayó Beasley. "Vivimos en una sociedad libre en la que las mujeres son muy libres de elegir si quieren participar o no", resaltó.