Terminaron su relación hace cinco meses, pero a pesar de haber tomado esta decisión, Genoveva Casanova y Gonzalo Vargas Llosa mantienen una gran amistad y se les han visto juntos en varias ocasiones, siempre que sus compromisos profesionales se lo permiten. La última vez que fueron fotografiados por la calle fue hace tan sólo unas semanas, compatiendo un almuerzo en un céntrico restaurante de Madrid, antes de que el hijo del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa se marchara de viaje.
La semana volvimos a ver a Gonzalo en la capital, pero en esta ocasión con su madre, Patricia Vargas Llosa, y su padre, quien volvió a recibir un permio por su gran obra literaria, en una gala celebrada en el Museo de América. “Estoy muy contento de estar aquí con la familia”, dijo cuando abandonaba la fiesta. También le preguntaron si había visto a Genoveva durante su estancia en Madrid, pero dijo que “eso era un tema privado”, ya que él siempre ha sido una persona muy discreta, sin embargo, lo sí que tuvo fueron, una vez más, unas buenas palabras hacia ella: “Tenemos muy buena relación y nos vemos a menudo”.
Cuando anunciaron su ruptura, Genoveva aseguró que Gonzalo iba a estar siempre en su vida y parece que están consiguiendo llevar a cabo su propósito y han demostrado que después del amor puede existir una gran amistad. Como ya explicó la mexicana en su día, el motivo de su ruptura fue la distancia: “Se fue dando un distanciamiento. Yo me tuve que dedicar a mi madre, - que se recupera en México del derrame cerebral que sufrió el año pasado -, y él a su trabajo en el Alto Comisionado de las Naciones para los Refugiados (ACNUR)”.