La revista ¡HOLA! de esta semana ofrece a sus lectores un excepcional reportaje del marqués de Griñón en su mundo de vino y aceite del "Dominio de Valdepusa" con sus hijas Tamara y Xandra. Padre e hijas posan por primera vez en su casa familiar de Toledo. Carlos Falcó se ha embarcado en una nueva aventura: sacar al mercado un nuevo aceite, que se venderá en grandes superficies.
Para hablarnos de este proyecto, el marqués de Griñón posa en las páginas de la revista con sus dos hijas mayores, Tamara y Xandra, esta última muy implicada directamente, ya que es directora general de la empresa familiar. Tan iguales y tan distintas, las dos tienen un denominador común: su amor por el campo y por la tierra. Y sobre todo por su padre, que declara: "A todos mis hijos les he educado en los mismos principios: una educación liberal y tolerante, respetuosa con las diferencias de todo tipo, marcando claramente unos cuántos límites."
Tanto el que un día fuera marido de Isabel Preysler como su hija Xandra tienen palabras de cariño para Tamara. "Yo creo que la imagen de mi hija se corresponde plenamete con su personalidad real: es rápida, intuitiva, inteligente y carece por completo de doblez", asegura Carlos Falcó. Por su parte, Xandra dice de su hermana: "Tamara es pura alegría. Es divertidísimo estar con ella. De todos los hermanos, es la que más se parece a mi padre."
La propia Tamara nos desvela cómo es su padre, a quien admira profundamente: "Mi padre tiene un carácter maravilloso. Es positivo, todo le parece bien y me escucha como si mi opinión fuera lo más importante del mundo. ¡Envidio a mi hermana por tener un jefe tan bueno!". La joven también habla de cómo lleva el vivir sola -"Muy bien, aunque sigo yendo mucho a casa de mi madre a que me mimen", declara.