Cinco noches después de los dos terremotos que han dejado nueve fallecidos y numerosos daños en Lorca, la localidad murciana va a tratar de recuperar paulatinamente desde este lunes buena parte de la actividad ciudadana con la reapertura de algunos comercios y de gran parte de los colegios, así como el restablecimiento parcial del gas.
Esta mañana, según las previsiones de la Consejería de Educación, Formación y Empleo, 23 centros de enseñanza reanudarán las clases con la asistencia de 6.682 alumnos. Otros tantos estudiantes serán reubicados esta misma semana porque sus centros, seis de infantil y primaria y tres de secundaria, seguirán cerrados, algunos con daños estructurales graves.
En cuanto a los servicios públicos, a partir de hoy recibirán gas canalizado los edificios habitables, así que en muchos de ellos se podrá volver a cocinar o tener agua caliente.
Las autoridades municipales y regionales han vuelto a instar a la población a que se alojen inmediatamente los inmuebles declarados aptos, ya que no entrañan ningún peligro al haber sido verificados por arquitectos y aparejadores. Hasta ahora, se ha considerado que dos edificios necesitan demolición total, uno en el barrio de La Viña, junto a la iglesia de Cristo Rey, y otro en la Alameda de la Virgen de la Huerta.
Igualmente, se ha pedido a los vecinos que reparen ellos mismos cuanto sea necesario en aquellos inmuebles sin daños estructurales, para poder ser ocupados de nuevo cuanto antes. Han recomendado que guarden todas las facturas de los arreglos para que les sean abonadas en su momento por las administraciones públicas.
También hay que reasignar a los vecinos adscritos al centro de salud Lorca Centro, muy deteriorado, que podrían pasar al de Santa Rosa de Lima o el antiguo centro de salud mental.
Entretanto, el Ayuntamiento va a multiplicar los puntos de información ciudadana por la ciudad hasta los 50 ó 60.
El cansancio y los nervios hacen mella en el ánimo de los evacuados
También hoy continuará la atención de unos 4.000 damnificados en los tres campamentos instalados por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y en otras zonas de la ciudad donde personas sin hogar se han agrupado espontáneamente.
Ante la sospecha de que pudiera haber “aprovechados” que estén tratando de beneficiarse ilícitamente de los alimentos y el cobijo prestados, técnicos del Ayuntamiento, en colaboración con Cruz Roja y Protección Civil, seguirán verificando, uno por uno, la identidad, procedencia y situación personal de los acampados en el Huerto de la Rueda, con el fin de que reciba asistencia quien realmente la necesita. Una vez verificados estos datos, los evacuados con derecho a permanecer en el área de asistencia reciben una pulsera que así lo certifica.
Este domingo, el cansancio, el nerviosismo y cierta indignación cundieron entre los miles de evacuados, en su inmensa mayoría inmigrantes, que tuvieron que soportar una interminable cola durante largas horas y en un día desapacible para certificar sus datos y preservar su derecho a permanecer en la zona de acampada. Muchos se quejaron abiertamente a los voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil, que trataron de apaciguar los ánimos con todo el tacto posible ante la susceptibilidad de los afectados.
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