Veintitrés son ya las primaveras que ha cumplido Elena Furiase. Nacida "con estrella", como siempre ha dicho su madre, la joven va camino de convertirse en una y, tras triunfar en su debut como actriz con la serie de televisión El internado, la hija mayor de Lolita y Guillermo Furiase prueba suerte en las tablas con Crimen perfecto, obra teatral que protagoniza junto al actor Pablo Puyol. Los dos acudieron este miércoles al programa El Hormiguero, el mismo día que ella celebraba su cumpleaños.
Durante la emisión del espacio que presenta Pablo Motos en Cuatro, Elena fue sorprendida por el equipo con una tarta de cumpleaños. Sopló las velas, probó el pastel y dio de probar a su compañero y al presentador. La actriz accedió después a realizar junto a Pablo Puyol un número musical en clave de humor de la obra que representan juntos en el teatro y accedieron a realizar uno de los famosos experimentos químicos del programa. Acabada la emisión, Elena regresó a casa llevándose de regalo de cumpleaños un peluche de Trancas, una de las dos hormigas protagonistas de El Hormiguero.
En su domicilio la esperaban para festejar con ella su aniversario y colmarla de regalos sus familiares: Lolita, su madre, y su hermano, Guillermo. A quien no vimos fue a su novio, Leo de la Torre, quien hace un mes no quiso perderse el estreno en Alicante de la obra en la que su novia interpreta el papel que hizo famoso Grace Kelly. El sobrino del actor cubano Jorge Perugorría vive a caballo entre Estados Univos y su tierra, Cuba, y a pesar de la distancia, la actriz y el cantante se han mostrado capaces de mantener su relación, que comenzó hace casi un año.
A sus recién cumplidos 23 años, Elena Furiase atraviesa un momento inmejorable tanto en lo personal como en lo profesional. Además de la obra teatral que representa actualmente y que la llevará por cerca de 50 ciudades de España antes de abrir temporada teatral en Madrid, el próximo mes de septiembre, el cine también ha llamado a sus puertas. En diciembre, estrenó La venganza de Don Mendo Rock, película en la que compartía protagonismo con Paz Vega, María Barranco y Antonio Resines, y en noviembre, Cruzando el límite, un filme que narraba la historia de varios jóvenes con problemas que no consiguen llevarse bien con sus padres e ingresan en un reformatorio. La vida le sonríe.
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