Sus padres tienen talento de sobra y ella lo ha sabido aprovechar al máximo. Tali, hija de la cantante Annie Lennox y el productor Uri Fruchtmann, ha encaminado sus pasos hacia el mundo de la moda y en él se desenvuelve como pez en el agua. Y todavía no ha cumplido los 18 años. Prada, Missoni, Burberry… estas son algunas de las firmas que han contado con ella para pasear sus propuestas bajo los focos y ha gustado tanto que incluso se baraja su nombre como la próxima imagen de Burberry.
Esta no será sin embargo la primera campaña que protagonizaría en solitario porque ese es un triunfo que ya ha conquistado. A partir del uno de este mes su cara está en las tiendas como embajadora de la línea Diamond del diseñador Julien Mcdonald, una ropa cómoda, moderna, divertida, ajustada y de faldas cortas. Un ideal que casa a la perfección con la juventud de la elegida. Tali se une así a la generación de hijas del pop-rock que han heredado el gusto por el estilo de sus padres y que han decidido hacer de ello su profesión. En esta lista se apuntarían Jade y Bianca Jagger, hijas del mítico líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, o Theodora, hija de Keith Richards, compañero del anterior.
Sus padres están seguro más que orgullosos y ella conoce de sobra lo que es el mundo de la fama de mano de su madre, la mejor profesora. Annie Lennox ha sido una de las voces guía de los ochenta con el dúo Eurythmics, junto a David A. Stewart, para luego continuar en solitario en los noventa con una carrera marcada por melodías como Why o Walking on broken glass. Comprometida con la lucha contra el Sida, su actividad humanitaria ha sido prolífica en este sentido, llegando incluso a involucrarse en política. Su último disco salió el año pasado con el título A Christmas cornucopia.