Más aún: 6,6 millones de personas (un 14 por ciento) respiran aire oficialmente contaminado, por encima de los límites de contaminación que marca la ley.
Eso sí, aunque la cifra suena alarmante, la situación continúa la tendencia de ligera mejoría ya iniciada en 2008, sobre todo por el efecto de la crisis. Con ella, cogemos menos el coche, conducimos menos y procuramos gastar menos energía. También se han potenciado las energías renovables y por otra parte, un tiempo más inestable ha favorecido la dispersión de las partículas contaminantes.
Según el ámbito geográfico, las calidades del aire también varían. La peor calidad del aire se la llevan Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, así como los grandes polígonos industriales. Como alerta a la peligrosidad de la contaminación, la organización asegura que fallecen unas 1,4 personas por cada 100.000 habitantes a corto plazo, una cifra que se eleva a 68 fallecidos por cada 100.000 habitantes a largo plazo.
El principal agente contaminador del aire es el tráfico en las zonas metropolitanas. Ecologistas en Acción recuerda que las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire pasan por la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público (en especial el eléctrico), además de dar facilidades a los medios no motorizados en las ciudades. Para mejorar el aire de las zonas industriales, la mejor estrategia es la adopción generalizada de las mejores tecnologías industriales disponibles para la reducción de la contaminación.