Wayne y Coleen Rooney, protagonistas del último escándalo del fútbol inglés: 'La última semana ha sido de gran dolor'
La pareja ha emitido un comunicado conjunto tras hacerse públicos sus problemas conyugales por las aireadas infidelidades del futbolista de la selección inglesa y del Manchester United
El fútbol inglés no gana para escándalos, pero el delantero Wayne Rooney y su esposa, Coleen, no quieren entrar en el juego mediático y tratan de desmarcarse de la polémica con un comunicado conjunto en el que manifiestan su intención de resolver en privado sus problemas conyugales por las aireadas infidelidades del futbolista de la selección inglesa y del Manchester United.
La pareja ha roto el silencio para pedir discreción. "Los últimos seis días han sido muy dolorosos para nosotros y para nuestras familias '', declaran los Rooney en la nota. “Es imposible para nosotros, como para cualquier familia, intentar resolver cualquier asunto bajo los focos de los medios de comunicación y en medio de tantas historias imprecisas e impertinentes. Por lo tanto, le pedimos a la prensa que ahora respete nuestra privacidad y el derecho de nuestra familia de discutir estos asuntos en privado”.
Hasta el momento sólo había trascendido que el jugador estaba ansioso de volver a ver su esposa y hablar con ella del espinoso asunto, mientras ella se tomaba un tiempo de reflexión junto a su familia, en Liverpool, para enfrentarse a la situación y tomar una decisión. Después de un reciente encuentro, fuentes cercanas a la pareja sugieren que hay esperanzas de que los Rooney puedan salvar su matrimonio. Apuntan en esa misma dirección las palabras que se atribuye a Coleen: "Le odio en este momento. Pero, en lo más profundo de mí, sé que le adoro y que es el hombre con el que debo estar". El tiempo dirá si el perdón y el propósito de enmienda (Rooney habría sido infiel a su esposa cuando aún eran novios y también cuando ella estaba embarazada) triunfan.
La suya era la historia de un matrimonio modélico. Coleen tiene 24 años y cuando sólo era una adolescente de 16 empezó a salir con Wayne Rooney, de Liverpool como ella, de su misma edad y a quién conocía desde los 12. Su relación creció al mismo tiempo que él se forjaba como uno de los ases del fútbol inglés, primero en el Everton y después en el Manchester, y no faltaban fotografías de Rooney yendo a recoger a su novia con uniforme colegial cuando los días de descanso se lo permitían. La pareja contrajo matrimonio en el 2008 y hace diez meses nació su primer hijo, Kai. También la popularidad de Coleen creció como la espuma: se ha convertido en una reconocida colaboradora de televisión, ha tenido columna propia en publicaciones y ha sido imagen de George de Asda, los teléfonos LG y protagonizado DVDs para ponerse en forma. Tanto que, en ausencia de Victoria Beckham, Coleen Rooney heredó el trono reservado a las reinas de las WAG (acrónimo que se utiliza en Inglaterra al hablar de las esposas y novias de los futbolistas). Ella ha sido en los últimos años la más popular y querida de las esposas de los jugadores de la selección británica. Un equipo de ganadores.