La niña holandesa tuvo que cambiar su ruta original, que incluía partir desde Portimao (Portugal) porque las autoridades lusas no permitieron que una menor navegara sin un adulto, al menos hasta llegar a aguas internacionales. Su decisión de viajar sola ha levantado cierta polémica, pero la joven siempre ha contado con el apoyo incondicional de sus padres.
Su aventura le llevará a pasar por Canarias, Panamá, las islas Galápagos, la Polinesia francesa y Australia, en un viaje que durará aproximadamente dos años. Durante el tiempo que dure su intrépida misión, la joven tiene previsto continuar a distancia con sus estudios, e irá narrando su día a día a través del blog que ha creado en su página web, en la que se pueden conocer sus coordinadas, ver qué lugares visita o enviarle mensajes de apoyo.
Su objetivo es batir la marca de la australiana Jessica Watson, que dio la vuelta al mundo en solitario en barco a los 17 años. Laura soltó ayer las amarras de Guppy, un velero de casco rojo en el que se desenvuelve a la perfección y que será su hogar hasta que regrese a casa, convertida en una mujer.
Laura es toda una celebridad en su país natal, y sus aventuras saltaron el año pasado a la prensa, cuando desapareció durante tres días y fue hallada en la isla de Saint Martin, en las Antillas holandesas. Entonces, un juzgado de menores de Utrecht paralizó sus planes de dar la vuelta al mundo y retiró parcialmente la custodia a su padre, que había autorizado el viaje. No obstante, el pasado 27 de julio, la corte de Middelburg revisó la custodia y determinó que Laura ya estaba preparada para emprender el viaje, después de un año de duro entrenamiento.