Una de las asignaturas pendientes de la sociedad es la plena incorporación de la mujer, no ya al trabajo, sino a las altas esferas de las empresas. Mientras que hay muchas mujeres formadas para este tipo de responsabilidades, lo complicado de la conciliación familiar, la crisis económica y la cultura empresarial dificultan el acceso a las mismas. Esta es la principal conclusión de una encuesta realizada por la firma de gestión de recurso humanos Adecco, que señala que un 42 por ciento de las mujeres directivas españolas opina que la Ley de Igualdad no es efectiva.
Así, Adecco señala que la pérdida de confianza en la ley y en el Ministerio de Igualdad ha decrecido a tres años de su aprobación. En ese sentido, el sondeo apunta a que la crisis puede estar retrasando la implantación de la ley debido a que las empresas han tenido que volcar todos sus esfuerzos sobre otras materias más estratégicas. Así, en 2008, un año después de la aprobación de la norma sólo el 5, 2 por ciento de las directivas encuestadas aseguraba que su empresa ya estaba tomando medidas para mejorar la igualdad en sus organizaciones. En 2009, este porcentaje se cuadruplicó hasta el (20, 8%), y aunque también en 2010 ha vuelto a registrarse un ascenso, el ritmo de crecimiento se ha frenado hasta alcanzar al 37, 1 por ciento de las directivas.
Asimismo, el sondeo destaca que para las mujeres la discriminación salarial persiste. Casi ocho de cada diez de las mujeres consultadas lo considera así, con distintos matices. Un 43, 3 por ciento del total opina que existe una clara discriminación salarial, mientras que un 35 por ciento considera que esta discriminación es encubierta, esto es, se atribuye una categoría profesional inferior (y consiguientemente un sueldo más bajo), pero las funciones desempeñadas son las mismas. En el lado contrario, se posiciona un 21, 7 por ciento de las encuestadas, que afirma que no ha percibido diferencias en cuanto a remuneración económica se refiere.
La jornada reducida, un “freno”
Entretanto, la jornada reducida es vista por las directivas españolas como un freno a su promoción profesional. Un 90% de las mujeres cree que solicitar una jornada reducida no les ayudará en absoluto a promocionar en su carrera. Por ello, algunas mujeres se ven obligadas a elegir entre ascenso laboral o familia.
En el caso de las mujeres participantes, un 41, 7 por ciento confiesa que ha sufrido esta disyuntiva en alguna ocasión, mientras que un 58, 3 por ciento ha encontrado el equilibrio entre su puesto directivo y su situación familiar y no ha tenido nunca que elegir. Finalmente, el trabajo indica que las mujeres se muestran escépticas ante el futuro. "Dentro de 10 años tan sólo un 4, 9 por ciento cree que habremos conseguido la igualdad real en el panorama laboral. Por el contrario, un 80, 3 por ciento afirma que se habrá avanzado, pero que una década no será suficiente para acabar con la discriminación. El restante 14, 8 por ciento es el que se muestra más escéptico, ya que no duda en responder que la situación será la misma que la que vivimos.