Dolor y luto en Castelldefels

Doce jóvenes, de entre 16 y 26 años, pierden la vida en un trágico accidente de tren

Por hola.com

Castelldefels vive hoy un día de San Juan teñido de luto. Esta noche, 12 personas han perdido la vida y otras 14 han resultado heridas tras ser arrolladas por un tren de alta velocidad, cuando se dirigían a la playa a celebrar la noche más corta del año. Las víctimas, de entre 16 y 26 años, cruzaron a través de la vía en lugar de por el paso subterráneo y se produjo la tragedia.

Las familias de las víctimas viven en este momento sus horas más difíciles, y aunque están recibiendo atención psicológica, entre el dolor se abre paso poco a poco un sentimiento de indignación. Mientras que Adif señala que la tragedia es un accidente fruto de la imprudencia de los jóvenes por cruzar por un lugar indebido, algunos testigos señalan que el paso elevado (que estaba inhabilitado) tenía una cadena de prohibido el paso y, al no ver ninguna otra señalización, decidieron cruzar sobre las vías. Otras personas presentes en el momento del accidente apuntan que descendió un gran número de pasajeros y que simplemente, siguieron a la “masa” a la hora de cruzar.

Marcelo Carmona, un boliviano testigo del trágico accidente ferroviario, contó que el paso subterráneo de la estación de Castelldefels estaba "abarrotado" y que, pocos segundos antes del siniestro, hubo una "oleada de gente que se lanzó a las vías" para ir a la playa. "Se escuchó el claxon del tren varias veces y en tres segundos... se llenó todo de cadáveres, hubo muchos gritos y mucha angustia", relató en declaraciones recogidas por Efe.

Entre la tragedia siempre hay alguna historia-milagro, y esa es la de Katty Sotín, una mujer que pidió a su marido que no cruzara la vía segundos antes del accidente.

El dueño del bar de la estación de Castelldels, Claudio, explicó a Europa Press que escuchó el pitido del tren y salió disparado hacia el andén: "Ha sido tremendo. Nunca había visto un tren que saliera así, de la nada, y que fuera tan rápido".

Se trata del segundo accidente ferroviario más grave registrado en España en las últimas tres décadas tras el ocurrido en Chinchilla (Albacete) en 2003. El presidente de Renfe, Teófilo Serrano, que llegó a la estación de Castelldefels Playa algo después de las 7.00 horas, afirmó "estar muy impresionado" por el siniestro.