Un estafador con estilo
Los protagonistas de Impostores, Leticia Bredice, Leonardo Sbaraglia y Federico Luppi, “son estafadores de la calle. Su única arma es el engaño y la posibilidad de falsificar identidades. Son pequeñas estafas, pero no se dan grandes golpes. No estamos ante un 'Oceans Eleven’, para que nos entendamos”, explica Sbaraglia que a su vez nos confiesa no saber mentir en la vida real. Son trece capítulos que son como trece películas con un comienzo y un fin y cuyos ingredientes son el humor, la intriga, la estafa e incluso una historia de amor y traición entre Alex, su personaje y Vicky, papel interpretado por Leticia Brédice, cuyas personalidades son totalmente opuestas, pero que resultará ser el cóctel idóneo para que surja un romance.
A punto de cumplir 40 años, Leonardo Sbaraglia vive uno de los mejores momentos de su vida tanto personal como profesional. Casado desde hace casi una década con la escultora y pintora argentina, Guadalupe Marín, y padre de una niña, Julia, de cuatro años, el artista reconoce que encuentra el equilibrio en su familia y en el trabajo: "Mis prioridades las voy encontrando según voy viviendo", dice. "Lo prioritario me lo da lo más real que tengo, es decir, mi mujer y mi hija. Eso es lo que me da energía y gasolina para seguir trabajando”. El actor ha viajado a España acompañado por su esposa, Lupe, y su niña, Julia, con quienes se trasladará a Alicante para concluir el rodaje de No retorno, una película de Miguel Lohan. Entre sus proyectos más inmediatos está el de regresar de nuevo a su país para rodar la ópera prima de Hernán Belón, El campo, junto a Dolores Fonzi, y continuar con los bolos de la obra teatral Contrapunto, que quizá llegue algún día a nuestro país. “Nunca he trabajado en teatro para el público español y me gustaría mucho".