Antonio Banderas, 'doctor honoris causa' por la Universidad de Málaga y nuevo 'fichaje' de Almodóvar
La agenda profesional de nuestro actor más internacional está que echa humo. Su profesionalidad y su calidad interpretativa ha traspasado fronteras y ayer vio una vez más recompensada su esfuerzo cinematográfico siendo nombrado 'doctor honoris causa' por la Universidad de Málaga, su ciudad natal.
Pero antes de que su investidura se convirtiera en una noche de celebración, Antonio Banderas quiso compartir con todos nosotros sus planes futuros y para ello convocó una rueda de prensa en la que explicó con detalle el destino de su carrera como actor en los próximos meses.
El primero de sus proyectos, y quizás el más sorprendente, fue el anunció de una nueva película de ‘terror’ bajo las órdenes de Pedro Almodóvar, con quien no trabajaba desde hace 21 años. El actor malagueño no pudo ocultar la gran ilusión que le hacía rodar de nuevo junto al director manchego y aunque adelantó que sería un guión que girará "un poco en la propia onda de Pedro" no quiso dar más detalles de la cinta por respeto a Almodóvar, quien siempre mantiene el misterio de sus trabajos hasta el día del estreno.
A este proyecto ‘made in Spain’, Antonio Banderas sumará dos más, no menos ambiciosos, cambiando su cara de actor por la de director. Banderas colocará delante de las cámaras a su propia esposa, Melanie Griffith, para dar forma a una serie en donde la actriz será la protagonista. "Ha surgido la posibilidad de un acuerdo con una gran cadena de televisión de Estados Unidos para hacer una serie basada en una historia de una familia norteamericana, en la que Melanie será la madre", explicaba el malagueño. El personaje que encarnará Griffith "tiene un monólogo interno radical y opuesto a lo que hace y ese pensamiento irá bajando a la realidad", concretó el actor, quien una vez más sintió el calor de su tierra.
Sintiéndose como ‘en casa’, que es como se siente cada vez que regresa a España, Antonio no quiso dejar nada en el tintero y también adelantó que después de estos dos trabajos se embarcará en la dirección de una nueva película de ciencia-ficción psicológica, además de continuar como responsable de la compañía Green Moon.
Pero si hubo un momento del día ayer, que Antonio vivió con especial intensidad fue el momento de su investidura. La Escuela de Ingeniería Informática y de Telecomunicación, en el campus de Teatinos, cuidó con mimó cada detalle de la ceremonia para que nada fallara, y nada falló. Personalidades de numerosas disciplinas, fotógrafos y periodistas acreditados, tunos con un toque al más puro estilo de El Zorro y por supuesto, una de las personas más importantes de su vida, su madre, quien le ha apoyado en cada uno de sus difíciles pasos.
"No podía ni imaginarme cuando salí de Málaga en 1980 que volvería para que ocurriera esto. Quiero poner en valor lo que hoy se me concede y abrir más vías de colaboración con la Universidad de Málaga para los temas relacionados con los estudios cinematográficos. Pongo a su disposición mis 30 años de experiencia en este mundo", confesó el actor aún incrédulo por este nombramiento.
Vinculado a la Universidad de Málaga a través de una fundación 'Lágrimas y favores' que promueve proyectos educativos, Banderas ha deleitado a todos los presentes con un biográfico discurso en el que ha contado detalladamente como su sueño de ser actor se hizo poco a poco realidad, desde sus primeros intentos de emular a sus héroes favoritos dentro de sus juegos infantiles a sus pasos en el teatro amateur, a los que llegó tras tomar clases con la actriz malagueña Guillermina Soto. De ahí a Madrid, “con 15.000 pesetas en el bolsillo y una maleta cargada de expectativas”. Con suficientes pinceladas éticas y demostrando una vez más su cercanía, Antonio ha visto como a sus palabras le ponían el punto y final unos largos minutos de aplausos, quizás el mejor reconocimiento que pude recibir un actor.