Bárbara Rey: 'Ahora lo que nos queda es recordar lo bueno que Ángel Cristo tenía, que era mucho'
El popular domador y empresario Ángel Cristo, de 65 años, ya descansa en paz. Tras una misa celebrada en familia en el tanatorio de Alcorcón hasta donde fueron trasladado los restos mortales de Ángel Cristo tras sufrir un paro cardiaco, el cuerpo sin vida del domador ha sido llevado hasta el cementerio de La Almudena de Madrid, donde ha recibido sepultura bajo la mirada llorosa de sus dos hijos, Sofía y Ángel, el semblante triste de su ex mujer, Bárbara Rey y el resto de sus familiares y amigos.
En el cementerio había muchas coronas de flores, entre ellas una de Amador Mohedano y otra de Alaska y junto al féretro, en el nicho, metieron una de sus hijos, quienes sin poder contener las lágrimas empezaron a aplaudir cuando el sobrino de Ángel Cristo dijo en alto que era el mejor domador del mundo.
Bárbara, quien confesaba ayer, que estaba mucho más afectada, "de lo que mucha gente pueda pensar”, no ha dejado ni un solo momento solos a sus hijos en estos momentos tan duros y difíciles. “He venido a acompañar a mi hija porque mi hijo ha venido acompañado por su novia” ha señalado la que fuera mujer de Ángel Cristo. “Ahora lo que nos queda es recordar lo bueno que él tenía, que era mucho” ha acabado diciendo Bárbara Rey.
Y es que a pesar del distanciamiento que existía entre padre e hijos, la noticia de su fallecimiento ha sido un duro golpe para ambos y sus rostros no han podido ocultar la pena de esta gran perdida en sus vidas.
Oculta bajo unas gafas de sol, Sofía, muy afectada, tan solo ha dado las gracias a los medios congregados a las puertas de La Almudena, lugar donde descansaran por siempre los restos del que fuera el mejor domador circense de nuestro país, y ha dicho que su padre se merecía que le dieran un premio en reconocimiento por su trayectoria profesional.