El rótulo de "cancelado" es el que más se ha repetido durante los tres últimos días en los aeropuertos europeos. Los pasajeros se encuentran atrapados en las terminales y no tienen certeza de que sus vuelos salgan en las próximas horas. La nube de cenizas volcánicas procedente del volcán del glaciar islandés Eyjafjalla ha provocado el caos aéreo.
Sus partículas podrían dañar el fuselaje de los aviones por lo que no han podido llevarse a cabo más de 16.000 vuelos -de los cuales 1.664 procedían de aeropuertos españoles- y las previsiones no son demasiado esperanzadoras. Los expertos estiman que los efectos de la nube de cenizas se prolongarán al menos 24 horas y parece ser que el viento la extenderá progresivamente al sur y sureste de Europa.
Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Suiza, Holanda, Bélgica, Austria, Polonia, Eslovenia, Croacia, Rumanía, República Checa, Hungría, Irlanda, Serbia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia, Letonia, Estonia, Lituania y Bielorrusia son los países más afectados.
Por otra parte, la nube volcánica ya está en la frontera franco-española, por lo que los aeropuertos de Barcelona, Girona, Reus, Sabadell, Asturias, Santander, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona y Logroño, que han estado inoperativos desde las 08.30 horas de hoy hasta las 16.00 horas, vuelven a estar abiertos.
No obstante, unos de los primeros en sufrir las consecuencias de este fenómeno fueron los pasajeros de Iberia cuyos destinos estaban en el centro o norte de Europa. La compañía española ha cancelado todos los vuelos, excepto aquellos con dirección a Portugal, sur de Italia, Grecia y Estambul.
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