Desde que abandonara el hogar conyugal por el escándalo de las infidelidades de su marido y se instalara en una casa que compró en 2001 en West Hollywood nadie había visto a Sandra Bullock. Sin embargo, la intérprete, que está buscando el apoyo de sus amigos y familiares, se ha refugiado en un antiguo amigo de la familia, Gabriel Brener, el jefe del Grupo Brener International, una firma de inversión privada con sede en Beverly Hills, según ha publicado la revista People. Ésta es la primera vez que Bullock se ha dejado ver por Los Ángeles y es que, aunque regresó a la ciudad californiana después de pasar unos días en su rancho de Austin evitó ser fotografiada en todo momento, al igual que en esta ocasión.
Un amigo de la actriz aseguró a People que esta visita "no había sido por negocios", sino que tenía un carácter informal ya que "son amigos desde hace décadas". Al parecer, Brener y su familia asistieron a la boda de la intérprete con Jesse James cuando ambos contrajeron matrimonio en 2005 y, además, son numerosas las ocasiones en las que se han ido todos juntos de vacaciones.
Por su parte, el marido de la actriz ingresó esta semana en un centro de rehabilitación para intentar así salvar su matrimonio. En declaraciones exclusivas a People, el representante de James afirmó que había sido una decisión personal muy meditada con la que pretendía recuperar a su familia. “Jesse ha ingresado por su cuenta en una institución de tratamiento para solucionar sus problemas personales. Se ha dado cuenta de que está en un momento crucial para ayudarse a sí mismo, a su familia y para salvar su matrimonio”, explicaba.
Por otro lado y a pesar de la situación en la que se encuentra el matrimonio, la actriz salía al paso de las especulaciones para desmentir a través de su representante que ni ella ni su marido están buscando un abogado matrimonial para iniciar los trámites de divorcio.