La Duquesa de Alba recibe la visita de Alfonso Díez en el día de su 84º cumpleaños

Doña Cayetana celebró este día tan especial junto a él y almorzaron juntos en el palacio sevillano de Las Dueñas, donde la Duquesa sopló las velas de su tarta

Por hola.com

Feliz, muy feliz. Así se encontraba el pasado domingo la Duquesa de Alba. Y motivos no le faltaron, pues celebró su cumpleaños junto a la persona que, como ella confesó en su día, “le hace feliz”. Fue una visita muy especial para doña Cayetana, quien el día anterior, cuando fue a ver torear a Cayetano Rivera en la plaza de toros de Ubrique, contestó con su habitual humor cuando le preguntamos si esperaba alguna sorpresa para el día de su cumpleaños: “Ah, no lo sé”. Pero seguramente ya sabía que al día siguiente esperaba la visita de Alfonso Díez, que se desplazó desde Madrid hasta la capital andaluza para pasar con ella el día de su cumpleaños.

Ochenta y cuatro primaveras no se cumplen todos los días, y por eso ella quiso festejar tan señalada ocasión con su amigo especial. Alfonso llegó a la estación del Ave pasada la una de la tarde y el chófer de la Duquesa se encargó de llevarle hasta el Palacio de Las Dueñas, donde le esperaba la aristócrata para celebrar su aniversario con un almuerzo en la más estricta intimidad.

Un cumpleaños que a buen seguro ella no olvidará, dado que pasó unas horas con Alfonso, a quien no veía desde hacía unas semanas. Es frecuente que la pareja se vea al menos una vez al mes y el funcionario madrileño suele desplazarse para visitar a doña Cayetana en su residencia sevillana, donde él suele quedarse cuando pasa más de un día en Sevilla, como así fue el pasado fin de semana.

Aparte de felicitar personalmente a la aristócrata, por los paquetes que llevaba en la mano presumimos que Alfonso obsequió a la Duquesa con algún regalo. Pero no fue el único que recibió doña Cayetana. Días antes de la fecha, su hija, Eugenia Martínez de Irujo, le regaló unas bonitas pulseras, uno de los complementos preferidos de la aristócrata.

Estos días la felicidad de la Duquesa de Alba persiste, dado que se celebra la Semana Santa, una fiesta por la que siente una gran devoción. Será el próximo jueves cuando, como cada año, espere en su palacio sevillano de Las Dueñas al Cristo de Los Gitanos, del que es fiel devota.