Sara Montiel celebra su 82º cumpleaños con sus hijos y sus amigos tras haber demandado a su administrador por estafa

Sara Montiel ha celebrado el cumpleaños más amargo de su vida. La artista reunió anoche a sus hijos, Thais y Zeus, y a sus amigos más cercanos en un céntrico local de Madrid para festejar su 82º aniversario y olvidar así durante unas horas el disgusto que le ha supuesto haber sufrido una estafa millonaria por parte de su administrador de toda la vida.

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Poniendo al mal tiempo buena cara, la veterana actriz acudió a su fiesta de cumpleaños luciendo sus mejores galas. En la sala Alegoría de la capital la esperaban, entre otros, la actriz Carmen Sevilla, la baronesa Thyssen, Bárbara Rey, el ex torero Jaime Ostos y su mujer, Mariángeles Grajal, la cantante Marian Conde, el presentador José Manuel Parada, la periodista Nieves Herrero, el actor y presentador Pedro Ruiz, el peluquero Ruphert y los videntes Octavio Acebes y Rappel.

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Aprovechando su encuentro con los medios de comunicación, Sara quiso aclarar su actual situación financiera. Se ha dicho que la protagonista de El último cuplé está prácticamente arruinada, lo que ella ha desmentido: "No estoy arruinada. Gracias a Dios no ha llegado a mis ocho casas. Si hubiera llegado a las casas mis hijos y yo hubiéramos ido a matarle", y añadió: "Ha sido muy fuerte para nosotros, para mis hijos y para mí. Mis hijos están los dos que si lo cogiesen le estrangulaban."

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La artista aseguró no saber dónde se encuentra el administrador de sus bienes: "Él ha cogido dinero de donde ha podido. Ha estado en Hong Kong hace poco, seguro que a costa de lo que se ha llevado de mis cuentas." Y aunque actualmente se encuentra desolada, la actriz ha puesto el asunto en manos de la justicia: "Ha hecho mal y yo he presentdado una demanda contra él ante los tribunales por la vía criminal."

Sara sigue trabajando después de 68 años y pronto iniciará en Valencia una gira de conciertos por toda España. Hace poco recibía la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, un reconocimiento que ella considera haber llegado tarde: "Un poco más y me la ponen encima de la caja", decía anoche con su habitual sentido del humor.