Hoy se cumplen seis años del mayor atentado terrorista de la historia en España y las víctimas de la tragedia siguen muy presentes en la memoria colectiva. El 11 de marzo de 2004, 192 personas murieron y más de 2.000 resultaron heridas en la explosión de varios trenes en Madrid a manos de Al Qaeda.
Este año, el foco principal de los homenajes ha estado en el Congreso de los Diputados, donde se han leído, uno a uno, los nombres de los fallecidos. Allí, la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa, ha leído el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y le han tomado el relevo Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo; Ángeles Domínguez, presidenta de la Asociación Ayuda a las Víctimas del 11-M; y, Ángeles Pedraza, vicepresidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
También música para recordar a los desaparecidos, a mano de un quinteto de cuerda, formado por profesores del Conservatorio de Música de Cáceres. Un minuto de silencio, serio y contenido, ha cerrado el solemne homenaje.
Flores para las víctimas
El tanido de las campanas del reloj de la Puerta del Sol, a las nueve en punto de la mañana, inauguraba hoy los actos en memoria de las víctimas de los atentados. Allí, Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid; y Alberto Ruiz Gallardón, han presidido una ofrenda floral, acompañados por autoridades.
Más flores, esta vez en el parque de El Retiro, en el Bosque del Recuerdo, que alberga 192 cipreses y olivos en recuerdo de los muertos, Ángeles Pedraza, vicepresidenta de la Asociación, respaldada por la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, y el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, ha colocado una corona de flores en la cima del montículo.
Asimismo, a última hora del día, Su Majestad el Rey recibe en audiencia a una representación de las asociaciones de víctimas y a sus familiares.
Seis años después
Hoy la mayoría de los españoles, y concretamente, de los madrileños, han recordado en algún momento del día aquel terrible 11 de marzo de 2004. Tras estallar los trenes, el caos y la confusión se desataron en los núcleos de la tragedia, dejando paso a terribles escenas de dolor, desolación y horror. La cruenta situación también sacó a relucir la solidaridad y generosidad de todos aquellos que, sin dudarlo, se acercaron sin dudarlo para ayudar en lo posible a las víctimas.
Hoy, seis años después, las heridas no están cerradas del todo, y es que muchos de los supervivientes sufren estrés postraumático. Más de 200 personas reciben a día de hoy atención psicológica en la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo y muchos otros luchan todavía contra las secuelas físicas que les causó el atentado.
En el sexto aniversario, todas las palabras han sido en recuerdo y homenaje de los que murieron.