La duquesa de Alba vive la Nochevieja junto a Alfonso Díez en Sevilla
Alfonso viajó hasta Sevilla para despedir junto a Cayetana el año que acababa y en el que se afianzó su relación
La duquesa está más feliz que nunca. Su relación con Alfonso Díez va viento en popa y ya no oculta lo feliz y agusto que está con su gran amigo Alfonso Díez, que cada vez que puede se escapa a Sevilla para verla. Las pasadas fiestas navideñas la duquesa de Alba viajó hasta Madrid, donde todos los años celebra la nochebuena junto a sus seis hijos en el Palacio de Liria.
Pero también en esta ocasión tuvo tiempo para escaparse unos días a Salamanca y alojarse junto a Alfonso Díez en el palacio de Monterrey, propiedad de doña Cayetana. Allí, en la ciudad castellana, pasearon como una pareja de enamorados y tuvieron tiempo para la cultura, porque a los dos les encanta el arte, la cultura y sobre todo, visitar monumentos, como el que visitaron en la ciudad salmantina, la tumba del gran duque de Alba, en el convento de San Esteban. En este caso la duquesa de Alba fue una perfecta cicerone y enseñó a Alfonso Díez los lugares del centro histórico de la capital castellana, así como la localidad de Alba de Tormes, de donde procede el nombre de la Casa Ducal.
Así es que las navidades para Cayetana Fitz James Stuart dieron para mucho. La aristócrata aprovecha cada minuto del día y no para desde la operación a la que fue sometida el pasado año. De Sevilla a Madrid, de Madrid a Salamanca, de Salamanca a Madrid, y de Madrid de nuevo a Sevilla. Allí ya en su palacio de Dueñas, esperó la llegada de Alfonso Díez que se volvió a reunir con la duquesa para despedir el año que se acababa y juntos dar la bienvenida al 2010, un año que va a comenzar con un viaje de la pareja. Alfonso Díez viajó el 31 desde Madrid en AVE y en la estación de Santa Justa le esperaba un chófer de la casa de Alba para llevarlo a la histórica residencia sevillana. Antes de las dos de la tarde ya se encontraba con la Duquesa. Cenaron en el palacio de Dueñas sin los hijos de doña Cayetana, como ya estaba previsto, y juntos se tomaron las uvas. Al día siguiente, estuvieron también solos en la comida de Año Nuevo y a las seis de la tarde, Alfonso tomaba el tren con el que volvió a Madrid.
Cabe presumir que por los numerosos paquetes que llevaba Alfonso Díez en sus manos fuesen regalos para la duquesa de Alba. Lo cierto es que estas son las segundas navidades que la aristócrata y Alfonso Díez pasan juntos en el palacio de Dueñas, en la más estricta intimidad y con la sola presencia del personal de confianza de la doña Cayetana. Un año que se fue cargado de felicidad para Cayetana, sus amigos más íntimos pudieron conocer de cerca a Alfonso Díez y otro que acaba de empezar para encontrar nuevos caminos que le lleven a los propósitos que la duquesa de Alba quiera cumplir. ¿Será el 2010 la fecha en la que los hijos de la aristócrata puedan o quieran conocer a Alfonso Díez? Lo cierto es que la historia de la duquesa de Alba con Alfonso Díez está más viva que nunca y esto hace que doña Cayetana esté más rejuvenecida y con más vida. A la duquesa no hay quien la pare.
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