Mássimo Tartaglia, el agresor de Silvio Berlusconi, pide perdón y califica su agresión de ‘cobarde’
El primer ministro italiano sufrió una brutal agresión tras finalizar un mitin en Milán, el pasado domingo
Mássimo Tartaglia, quien agredió al primer ministro italiano Silvio Berlusconi, tras finalizar un mitin el pasado domingo en Milán, ha pedido perdón al mandatario italiano por medio de una carta, en la que califica su agresión como un acto 'superficial, cobarde e irreflexivo'.
Así mismo, según informaron los abogados de Tartaglia, Daniel Insalaco y Gian Marco Rubino, el agresor de Berlusconi no encuentra ningún sentido por el que cometiera la agresión. Según el relato de los letrados, cuando el fiscal adjunto de Milán, Armando Spataro, realizó el interrogatorio a Tartaglia, éste admitió toda la culpabilidad y reconoció que actúo sólo. También reconoció que no se encuentra afiliado a ninguna formación política.
Tras la declaración ante el fiscal de Milán, el acusado fue trasladado a la cárcel milanesa de San Vittore, donde un equipo de psiquiatras estuvo realizando pruebas con Tartaglia para determinar si en efecto, éste padecía algún trastorno psíquico, tal y como se había informado tras el incidente.
Está previsto que hoy a lo largo del día, se celebre la vista para determinar la acusación contra Tartaglia.
Mientras, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi continúa ingresado en el hospital San Raffaelle de Milán, a la espera de conocer la evolución en las heridas producidas por el ataque.
El pasado domingo, Berlusconi celebró un mitin político, que algunos medios calificaron de ‘polémico’, por la dureza de las palabras de Il Cavaliere. Tras el discurso, Berlusconi se acercó para saludar a la gente antes de abandonar la plaza del Duomo de Milán. Y fue precisamente el Duomo (la catedral), en miniatura, lo que le lanzaron al primer ministro desde una distancia corta, lo que le provocó una fractura nasal, la rotura de varios dientes y una lesión lacero-contusa interna y externa en el labio.
Mientras, el servicio de seguridad de Berlusconi, se sigue preguntando como pudo suceder una agresión de estas características. Claramente se puede apreciar en el vídeo, como los escoltas más próximos a Il Cavaliere, estaban mirando hacía otro lado. Esperemos que realmente no tenga complicaciones más graves, ante una agresión que no tiene sentido en la vida actual política.