Liliane Bettencourt, heredera de L’Oréal y considerada mujer más rica de Francia, puede hacer lo que quiera con los aproximadamente 17.000 millones de euros que posee. Nadie ha podido demostrar que no esté en perfectas condiciones mentales y por lo tanto, lo que haga con su dinero es asunto suyo. Así lo ha decretado un juez de Neuilly-sur-Seine tras desestimar la petición de Françoise Meyer-Bettencourt, hija de la considerada “reina de la cosmética”, de inhabilitar a su madre para gestionar su fortuna, y ha zanjado así una de las disputas millonarias más sonadas de los últimos tiempos.
Al parecer, Liliane regaló a François-Marie Banier, un fotógrafo francés, unos mil millones de euros; una generosidad que su hija entendió como un abuso.
Por ello, Françoise (hija única de la millonaria anciana, y por lo tanto principal heredera) decidió intentar despojar judicialmente a su madre del control de su fortuna, para proteger sus propios intereses económicos y evitar que dilapidara su dinero.
Pero la heredera de L'Oréal no se ha querido someter a ningún examen médico, por lo que el magistrado no abrirá un proceso para valorar si es incapaz de gestionar su fortuna.
En el punto de mira está François-Marie Banier, que ha compartido 40 años de amistad con Liliane y que en los últimos tiempos ha recibido varios seguros de vida, así como numerosos cheques y obras de arte firmadas por prestigiosos artistas como Picasso, Matisse, Mondrian, Léger o Man Ray. Unos exquisitos regalos que según Françoise, ha conseguido por aprovecharse de la debilidad de su madre.
El artista se ha defendido a través del periódico Le Monde, donde asegura que "esos regalos vienen de una mujer totalmente lúcida" y que "este escándalo ha hecho mucho mal a una mujer brillante y libre". También ha contado la opinión de madame Bettencourt sobre la polémica decisión de su hija: "Hace dos días, Liliane me dijo: Mi hija hará mucho, pero todavía tengo la intención de vivir cinco minutos."
Sea como fuere, la hija de la millonaria recurrirá la decisión del tribunal para proteger a su madre. Lo que pase, se demostrará en un juicio.