Lo de anoche fue un auténtico duelo de divas. Lady Gaga y Miley Cyrus actuaron en la gala Royal Variety Performance en Blackpool, Inglaterra y pusieron todo su empeño en protagonizar números memorables ya que tenían una espectadora muy especial, la reina Isabel.
La soberana saludó a cada uno de los artistas del evento pero se mostró especialmente simpática y divertida con Lady Gaga, que le hizo una profunda reverencia. La cantante, en quien muchos ven a la sucesora de Madonna, rindió su particular homenaje a la soberana pues en su show se vistió con un traje de lúrex rojo inspirado en Isabel I de Inglaterra, antepasada de la actual Reina.
Como siempre, su actuación dejó a todo el mundo impresionado y con la boca abierta. Y es que la artista se supera en cada una de sus comparecencias. Esta vez descendió del techo subida a una banqueta, suspendida por unos arneses, mientras tocaba un gigantesco piano inspirado en uno de los cuadros más famosos de Dalí, La tentación de San Antonio.
Por su parte, Miley Cyrus cambió su elegante vestido naranja por un atuendo mucho más cómodo para poder bailar y saltar por el escenario. Con unos minúsculos pantalones negros y una chaqueta a tono lo recorrío una y otra vez animando la velada.
No obstante, hubo actuaciones para todos los gustos. No faltó el cuadro de bailarines Diversity -que lograron arrebatarle el triunfo a Susan Boyle en la final de Britain's Got Talent-, ni la voz inconfundible del canadiense Michael Bublé. El público se lo pasó en grande con el ritmo de Mika y con los temas de la conocida actriz y cantante Bette Midler.
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