La tripulación del 'Alakrana' ya se encuentra en casa. Esta mañana los marineros españoles, que han permanecido secuestrados 47 días, aterrizaban en la base aérea de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, procedentes de las islas Seychelles, ante la impaciente espera de sus familiares.
Tras su llegada a Madrid, donde no ha asistido a darles la bienvenida ningún representante del Gobierno, por deseo expreso de las familias, dos aviones se han encargado de llevar a los marineros, y a los familiares que les acompañaban, a sus respectivas ciudades, en el País Vasco y Galicia.
Visiblemente emocionados y cansados llegaban a sus lugares de origen, donde se han reencontrado con el resto de sus familiares. "Venimos de una situación super extrema y necesitamos paz", ha solicitado uno de los marineros gallegos a los periodistas que habían acudido a cubrir la noticia al aeropuerto de Vigo. Ricardo Blach, patrón del atunero vasco, ha asegurado que durante el mes y medio que han estado secuestrados reinaba un clima de "desconfianza total" puesto que los piratas les habían advertido de la existencia de otro grupo de secuestradores esperando para capturar de nuevo el barco.
Blach ha relatado los difíciles días que todos han sufrido a bordo del 'Alakrana' viviendo "toda clase de humillaciones" y ha calificado la experiencia como "terrible". El patrón del barco ha revelado también que tanto él como el capitán dormían "en el suelo" y permanecían el resto del día "sentados en una silla", incluso ha detallado que para ir al servicio, que estaba a "dos metros", era necesario "pedir permiso" a los piratas.
Por su parte, Argi Galbarriatu, hermana del capitán del pesquero, ha asegurado que los marineros "se encuentran bastante cansados y nerviosos". También ha calificado el primer encuentro como "emocionante y gratificante", y ha afirmado que "físicamente se les nota el trago que han pasado y mentalmente puede que necesiten tratamiento", aunque "vienen bastante fuertes. Todavía no nos han podido contar detalles. Hoy todo han sido besos, abrazos y muestras de apoyo y cariño", según ha detallado Galbarriatu en el aeropuerto vizcaíno de Loiu.