Así fue la boda de Pastora Soler y Francis Viñolo en Coria del Río
Rosario Mohedano asistió por primera vez a un acto social junto a su nueva pareja, Andrés Fernández, mientras que María José Suárez y Eva González acudieron solas
Pastora Soler estaba radiante en el día más feliz de su vida. Tras cinco años de noviazgo, ayer le daba el 'sí, quiero' a Francis Viñolo. Poco antes de las 13:00 horas, los invitados comenzaron a la Iglesia Mayor de Coria del Río, Sevilla, y la alfombra roja se llenó de rostros conocidos, sobre todo del mundo de la canción. Muy puntuales fueron Carlos Baute -cuyo coreógrafo es el novio- y su novia, Beatriz, David de María, Manuel Carrasco y su novia, Tamara y su esposo, Daniel Roque, y Merche.
Aunque buena parte de las miradas estaban puestas en Rosario Mohedano, que por primera vez compareció en un acto social junto a su nueva pareja, Andrés Fernández. Muy bien acompañado llegó también Tomas Terry, del brazo de Carmen Lomana. Quienes optaron por ir sin sus respectivas parejas fueron María José Suárez y Eva González. Ni Feliciano López -que está en Shanghai por cuestiones profesionales- ni Cayetano Rivera Ordóñez asistieron.
A pesar de sus famosos invitados, el gran momento se produjo cuando llegó el novio, en compañía de su madre y madrina, María Linares Rodríguez, y la novia, del brazo de su orgulloso padre, José Francisco Sánchez Álvarez. Pastora estaba espectacular con un diseño de José María Cañavate. El cabello lo llevaba semirecogido en la parte posterior con un impresionante collar - de esmeraldas y brillantes- convertido en tiara, propiedad de la Condesa de Heeren. El cortejo nupcial estuvo formado por tres simpáticas damitas, sobrinas de la cantante, que se vieron sorprendidas por la luvia de pétalos que cayó sobre los recién casados a la salida del templo.
Una vez concluída la ceremonia, Los novios y sus invitados se trasladaron a celebrar el banquete nupcial al Rancho 'El Rocío'. Allí se sirvió un menú a base se aperitivos tradicionales, arroz con langostinos y carrillada ibérica con guarnición. Como postre, se sustituyó la tradicional tarta por tartaletas de helado de leche merengada, culis de menta y tulipas de chocolate. Como recuerdo, los asistentes recibieron unos gemelos, en el caso de los caballeros, y unas pasminas para las señoras. Como no podía ser de otra forma, la música no faltó en esta boda y ya por la tarde, Pastora Soler subió al escenario a cantar junto a la banda musical de su hermano.