Río de Janeiro era coronada ayer, poco después de las 18:30 horas, como la ciudad elegida para albergar los Juegos Olímpicos de 2016. Terminaba así el sueño de la candidatura madrileña y comenzaba la alegría para los brasileños que se alzaron con la victoria tras la eliminación de las tres ciudades con las que competía: Madrid, Chicago y Tokio.
Al conocer la noticia, muchos ciudadanos de Río, que esperaban el resultado de la votación en Copenhague desde primeras horas de la mañana, comenzaron a festejar ese momento tan especial a ritmo de samba en la playa de Copacabana. En esta playa, una de las principales de la ciudad, se instaló un escenario con enormes pantallas para poder seguir el acontecimiento durante todo el día.
Las primeras imágenes de la celebración mostraban la alegría que corría por las calles de la futura ciudad olímpica. Miles de ciudadanos se echaron a la calle para festejar la noticia. Con los colores de su bandera, verde y amarillo, y con mucha emoción en sus corazones bailaron y cantaron en un día que seguro no olvidarán.
Pero esto no sólo ocurría en la capital brasileña, en otras ciudades como en Salvador de Bahía los ciudadanos también mostraron su apoyo y alegría por ser la futura sede olímpica. Así se pudo ver a un grupo de niños que, a ritmo de tambores, portaban una pancarta en la que se leía "Río 2016, Nosotros podemos".
Mientras, en Copenhague, el presidente de Brasil, Lula Da Silva, el presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Arthur Nuzman, y el ex futbolista brasileño Pelé no pudieron ocultar su alegría y emoción -en forma de lágrimas- mientras portaban con orgullo la bandera de Brasil.
Nunca hasta ahora se habían celebrado unos Juegos Olímpicos en Sudamérica y aunque, en un principio, se pensó que sería un punto en contra el que en 2014 se vaya a disputar en Brasil el Mundial de Fútbol, Río de Janeiro, finalmente, será olímpica.