Mientras toda España, que ha mostrado su apoyo a la candidatura de Madrid 2016, espera con emoción el momento en que sea anunciada la ciudad que albergue las Olimpiadas de ese año, ya está prácticamente todo preparado para la votación final, que se celebrará mañana a las 18:30 horas en el centro de convenciones Bella Center de Copenhague. Hasta el momento, las conversaciones entre los miembros del COI y los diferentes jefes de estado marcan la agenda del día previo a esta decisión, que puede suponer un cambio enorme para la economía del país definitivo.
En el hotel Marriot de la ciudad danesa se están produciendo, desde primera hora de la mañana, encuentros y entrevistas para poder convencer a los miembros del COI aún dudosos. Todos los esfuerzos son pocos en esta recta final por lograr la ansiada organización, pero lo que está claro es que el "efecto Tony Blair" de la pasada final ha hecho mella en los principales jefes de estado que, excluyendo a Obama - que tan sólo pasará cerca de cinco horas en Dinamarca-, no dejan de demostrar sus buenas relaciones y su respaldo total a las candidaturas.
A pesar de esta carrera de diplomacia, que prácticamente ocupará todo el día a las comitivas, se puede afirmar que en la primera votación los miembros del COI tienen ya decidido su voto. Es a partir de aquí donde empezará el sprint definitivo por conseguir ser los elegidos. Si, como se espera, Tokio cae eliminada primero, Madrid debería conseguir como fuera pasar el segundo corte. Es cierto que son muchas las posibilidades de no pasarlo. De hecho, las apuestas por la decisión final comienza a llenar los sitios web dedicados a estos lucros.
Bwin, principal casa de apuestas por Internet, sitúa a Madrid como tercera favorita precedida por Río de Janeiro y Chicago. En concreto, se paga siete a uno en caso de vencer la ciudad española. Otras casas de apuestas, como la británica William Hill, sitúan a Madrid en la cuarta posición, pagando su victoria en diecisiete a uno. Toda una fortuna en caso de ganar.
Mientras tanto, los últimos ensayos de las diferentes comitivas serán de gran importancia de cara a las presentaciones, que tendrán lugar mañana a lo largo del día. Nosotros seremos los últimos en exponer nuestra presentación, alrededor de las 15:30 horas, y participarán, entre otros, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, el presidente del gobierno, Jose Luís Rodríguez Zapatero, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y algun deportista como Raúl, símbolo del mejor equipo de fútbol que podría representar a nuestra ciudad, el Real Madrid. El rey Juan Carlos será el encargado de cerrar la presentación, y además nos servirá de escudo para repeler el efecto que pueda ocasionar Obama con su presencia.
Hoy, los deportistas de la delegación española están haciendo una marcha en bicicleta por el centro de la ciudad, desde el Bella Center hasta el ayuntamiento de Copenhague.
Por la tarde, entre las 15:00 y las 16:00 horas, Gallardón ofrecerá una rueda de prensa en el hotel D´Angleterre, centro de operaciones de nuestra delegación. Estará acompañado por la cúpula deportiva de nuestro país. A las 19:00 horas comenzará la ceremonia de apertura de la 121 Sesión del COI, en la Ópera de Copenhague. El acto estará presidido por la reina Margarita de Dinamarca y supondrá el pistoletazo de salida de esta recta final.
La comitiva española, ya en su totalidad, se encuentra concentrada en el hotel D´Angleterre, donde el restaurante Txistu está encargado de no dejar a nadie indiferente en lo que a apetito se refiere: 50 jamones ibéricos, más de 900 botellas de vino tinto, 40 lomos ibéricos, quesos, pimientos de piquillo, habas y más exquisitos productos made in Spain se cruzan por los pasillos del hotel entre periodistas, deportistas y personalidades que han querido acompañar a Madrid en un momento tan crucial como el de mañana.
Ya es sólo cuestión de horas. La suerte está echada y los miembros del COI deben dejarse adular por todos los que se acercan a ellos para convencerles. Mañana conoceremos la decisión final, y hasta entonces mejor pensar en otra cosa. Aunque resultará difícil, porque parece cierto que se contagia esto que llaman "el espíritu olímpico".